LeasePlan pone rumbo hacia la movilidad sostenible, concebida como servicio

02/03/2018

David Henche, de LeasePlan España. Toda nuestra actual flota diésel y gasolina será eléctrica en 2030.

Coches compartidos, en modalidad de renting, que se mueven con tecnologías de combustión más sostenibles… La movilidad está cambiando a una velocidad de vértigo, impulsada por nuevos modelos de negocio basados en el pago por uso —y no en la propiedad del vehículo— y por el cada vez más unánime y global compromiso con el medioambiente y el cuidado del planeta, tanto de personas como de empresas. La inminente introducción de regulaciones que aumenten el control de los niveles de emisiones contaminantes a la atmósfera en los núcleos urbanos está empujando a la industria automovilística a trabajar en pro de la transformación del sector, prescribiendo la Movilidad como Servicio (MaaS).  Esta tendencia está fomentando la irrupción de soluciones de movilidad y tecnologías de combustión, que reducen las emisiones de CO2, además de disminuir la congestión de tráfico en las ciudades y de garantizar, en suma, una movilidad más sostenible.

Como compañía experta en administración de flotas y movilidad de conductores, en LeasePlan hemos puesto ya rumbo hacia la movilidad sostenible, proponiendo convertir toda nuestra actual flota diésel y gasolina en eléctrica de cara al año 2030. Nuestra idea es alcanzar ese objetivo ampliando el conocimiento de nuestros clientes en what’s next en vehículos de bajas emisiones, y facilitando el cambio a través de nuestra oferta de vehículos eléctricos de emisiones cero dirigida a que todo el público, ya sean empresas o particulares, pueda acceder a cualquier coche, en cualquier momento y en cualquier lugar.

Para predicar con el ejemplo, empezaremos con nuestra propia flota de empleados, trabajando para que sea completamente eléctrica en el año 2020.  Sin embargo, lograr este objetivo exige que todos los agentes, públicos y privados, colaboren para establecer las medidas necesarias para atajar la actual escasez de infraestructuras de recarga y el tratamiento fiscal de este tipo de movilidad en España.

Implicación del sector
Hoy, el 30% de las emisiones de CO2 en Estados Unidos provienen del transporte y, en Europa, el 20%. Unas cifras que nos llevan a pensar que una movilidad eléctrica será posible solo si se ponen en marcha avances. Por un lado, en las baterías, dirigidos a reducir sus costes y elevar su autonomía y, por otro, en las infraestructuras de recarga en nuestro país. Para ello, el sector público y privado deben empujar en la misma dirección.

Nuestro estudio Mobility Monitor 2017 indica que el 52 por ciento de los conductores encuestados valora positivamente adquirir un vehículo, en modalidad de renting, de bajas emisiones de cara a su próxima renovación. Un dato que ha de alentar a empresas e instituciones a trabajar por un futuro más sostenible en un sector que, en España, genera el 10% del PIB.

Mientras que las Administraciones Públicas deben apoyar estableciendo una adecuada estructura fiscal que impulse el desarrollo y vele por la calidad del aire, la industria de la automoción y el renting tienen por delante una importante labor de concienciación social, que favorezca un mayor conocimiento de las tecnologías que darán forma a la movilidad del futuro: vehículo eléctrico, híbridos enchufables, hidrógeno, etc. En LeasePlan nos hemos sumado a la iniciativa global EV100, impulsada por The Climate Group, que busca acelerar la incorporación de los vehículos eléctricos en las flotas de empresa. Todos los firmantes –grandes empresas multinacionales- nos hemos comprometido a renovar nuestras flotas de vehículos con tecnología eléctrica en 2030, y nosotros somos la única compañía de automoción que se ha unido a este proyecto, anunciado en la Asamblea General de la ONU en Nueva York en septiembre de 2017.

Respirar, sin restricciones
La contaminación alcanzada en las grandes urbes, como Madrid o Barcelona, ha llevado a las autoridades locales a establecer medidas para mejorar la calidad del aire que respiramos. De hecho, varios ayuntamientos españoles ya han limitado la circulación de los vehículos más contaminantes en días de altos niveles de polución y, además, están estudiando la posibilidad de prohibir la entrada al centro urbano a coches diésel de más de 10 años de antigüedad. Se estima que más de 200 ciudades de Europa tienen ya o tendrán algún tipo de restricción en el corto plazo.

David Henche.

Ya hay ciudades europeas en las que se han establecido prohibiciones de circulación en zonas de bajas emisiones. Oslo (Noruega), prohíbe desde enero de 2017 la circulación de vehículos diésel dos días a la semana, y Ámsterdam (Holanda), veta el tránsito al centro de la ciudad de vehículos diésel anteriores al año 2000. En pleno siglo XXI, mejorar la calidad del aire que respiramos y poner así freno al cambio climático, ha dejado de ser una opción para convertirse en una obligación para todos los sectores de actividad, y también para las administraciones públicas.

David Henche es director de Marketing y Comunicación de LeasePlan España

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