Los diamantes no engañan

21/06/2011

Esther Ibáñez.

Como una fragancia ligera y fluida, la nueva colección de Piaget, Limelight Elixir, se adhiere a la piel para revelar toda su sutileza. En el fondo, notas frescas pimentadas de sensualidad evocan los misterios de la feminidad.

Las formas redondeadas de las joyas diseñan gotas titilantes que esconden en su corazón un diamante, como un concentrado de momentos preciosos. Inspirados en la feminidad, las joyas se desvelan en el nacimiento de la nuca, enmarcando el óvalo del rostro, iluminando la delicadeza de la mano. Unas gotas de diamantes, depositadas en la piel como un secreto de intimidad, propician la alquimia. Collares, pendientes y anillos van al ritmo de los movimientos, las gotas diamantadas se deslizan por la piel hasta fundirse con la mujer que las adopta.

Forma dentro de la forma, esta estética lleva inherente un toque  de ensueño, destilando con gracia su misterio, como un colgante cuyo engaste aleatorio sublima los diamantes. Los pendientes de líneas suaves y refinadas deciden manar en cascada resplandeciente. El anillo se vuelve fino y discreto, o divinamente voluptuoso con sus 233 diamantes. Los collares envuelven de placer la antesala del escote. Cómplices cotidianos, las joyas acompañan a la mujer que las ha elegido. Fieles confidentes, son también símbolos de su independencia y de su encanto eterno.

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