Durante su primera junta de accionistas al frente de la compañía, Jaime García-Legaz desgranó que el nuevo plan estratégico del gestor de la red de aeropuertos españoles se basará en tres pilares clave: el desarrollo inmobiliario, el modelo de internacionalización y la revisión de su actividad comercial. «Se está terminando de definir la forma en la que Aena debe crecer internacionalmente», explicó.
El primero de ellos será la mejora del servicio al cliente personalizando y mejorando los servicios prestados, un mayor enfoque en la sostenibilidad, así como una apuesta por el desarrollo de ciudades aeroportuarias que dinamicen la actividad económica y ofrezcan nuevas oportunidades de desarrollo para avanzar en la transformación de los aeropuertos con ese concepto.
García-Legaz destacó especialmente el desarrollo del concepto de actividades aeroportuarias, mediante la puesta en marcha de un plan novedoso para poner en valor en los próximos años un importante número de espacios disponibles en los dos principales aeropuertos de la red.
Para cumplir este plan se llevarán a cabo varias líneas de actuación entre las que destacan el desarrollo de los planes directores de los dos principales aeropuertos de la red: Adolfo Suárez Madrid-Barajas y el aeropuerto de Barcelona-El Prat para el periodo 2017-2026, ya presentados.
Según lo ya anunciado, la inversión total estimada para el periodo 2017-2026 en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid- Barajas asciende a 1.571 millones con el objetivo de elevar su capacidad a 80 millones de viajeros anuales, y en El Prat a 1.594 millones para alcanzar los 70 millones de viajeros. En total unos 3.165 millones. A esto se suma el Documento de Regulación Aeroportuaria 2017-2021 (DORA) que contempla una inversión total de 2.646 millones.
Además, Aena prevé comercializar 2,7 millones de m2 en terrenos ubicados en Madrid-Barajas en 40 años y otros 1,8 millones de m2 en el aeropuerto de Barcelona-El Prat, dentro del nuevo plan inmobiliario que va a lanzar próximamente y que abarcarán el desarrollo de las zonas de carga y logística e incluirá además un proyecto de aeropuerto ciudad.
Por otro lado, para mantener los niveles de operatividad y calidad del servicio ha incurrido en gastos adicionales para inversiones en equipamiento para el control automatizado de pasaportes, que se estiman asciendan a 107,5 millones en el periodo 2018-2021, de las que la mayoría se realizarán a lo largo de este año y el próximo.
«La diversificación, expansión y presencia internacional continúa siendo un objetivo estratégico para la compañía y un factor esencial para el crecimiento y la generación de valor», afirmó.
Los ingresos del negocio internacional crecieron un 3,6% en 2017 hasta 216 millones. Aena está presente en 16 aeropuertos fuera de España, incluido Luton, del que controla el 51%, infraestructura que aportó 59 millones al resultado de explotación (Ebitda) anual. Hoy el ejecutivo defendió ante los accionistas de Aena que la compra del 49% de Luton al precio ofrecido por su socio Ardian no era justificada económicamente. «El objetivo es crecer pero no crecer a cualquier precio sino donde tenga sentido crecer y comprando o invirtiendo en activos aeroportuarios a precios razonables», apuntó.
Se estudia la posibilidad de crear un vehículo financiero en el que Aena sería socio industrial con una participación minoritaria para facilitar su expansión ante la rigidez del marco regulatorio para realizar adquisiciones mayoritarias por la participación del Estado.
Sobre las áreas geográficas en las que pondrá el foco, García-Legaz reconoció una aproximación de la compañía a Japón, un «país que tiene muchas características para jugar bien dentro de la red de aeropuertos de Aena, pero será un poco más adelante cuando se defina el alcance geográfico de su expansión internacional».
Para García-Legaz la presencia del Estado en Aena, como propietario del 51% del capital a través de Enaire, no es «ningún impedimento para seguir creciendo y mejorando cifras de tráfico y resultados económicos». En su opinión, estos retos y desafíos constituyen intereses comunes, «más allá del carácter público o privado de la sociedad».
Aena destinará 975 millones a distribución del dividendo propuesto con cargo a 2017 (un ‘pay out’ del 80%). La decisión sobre la futura política de dividendo, que se fijó en el 50% cuando salió a Bolsa, será acordada por el consejo de administración en un futuro fijando una política de dividendo «conocida» para los próximos años.
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