Almunia pide rapidez en las reformas para “alejarnos del epicentro de la crisis”

21/06/2011

Salvador Arancibia. España necesita acelerar las reformas y ajustes necesarios para alejarse cuanto antes del epicentro de la crisis, según Joaquín Almunia, vicepresidente y comisario europeo de la Competencia. Y lo necesita “en su propio interés” y “no porque lo imponga Bruselas, que apenas puede imponer nada”.

Joaquín Almunia ha tenido una jornada apretada en Madrid, participando en una sesión en la Comisión Nacional de la Competencia  y dictando una conferencia en la cátedra ‘la Caixa’ para hablar en las dos de la situación europea, marcada en lo inmediato por la situación de Grecia y los problemas de su plan de ajuste.

El vicepresidente europeo ha señalado su convencimiento de que finalmente el Gobierno griego logrará que el Parlamento apruebe su nuevo plan y supere la cuestión de confianza, lo que permitirá que el Consejo Europeo de luz verde a las ayudas que acabarán de concretarse el 3 de julio próximo.

Almunia, como muchos otros últimamente, ha pedido que los partidos políticos dejen de lado en estos momentos lo intereses particulares que tengan, que son legítimos, y se esfuercen en proteger el interés general porque es lo más importante. “Hay que acelerar las reformas y ajustes para alejarnos lo más posible del epicentro de la crisis”, añadiendo que no es coherente decir “nos imponen decisiones desde Bruselas” porque hay que entender que “las reformas son en nuestro propio interés”.

Pero las reformas suponen sacrificios, dijo el comisario, y se debe decir que nada es gratis, que las soluciones a los problemas no llegan de la nada y sin coste alguno. Lo que hay que hacer, dijo, es distribuir bien los sacrificios, pero no hay atajos. “El tiempo enquista los problemas” y los hace más caros, afirmó.

En el caso español, el comisario europeo de la Competencia identificó dos cuestiones básicas a solucionar: logar reducir los costes laborales unitarios y dejar de basar el modelo de crecimiento económico sobre la base de importar ahorro externo de forma permanente.

Respecto a la primera indicó que la única manera de solucionarlo es aumentando la competitividad de la economía española y que en ese sentido era en el que la Comisión Europea había propuesto recientemente que se estudiara la posibilidad de reducir las cuotas de la Seguridad Social, como fórmula de abaratar los costes laborales unitarios, y a cambio elevar el IVA para que las cuentas públicas no sufrieran.

Para reducir la constante apelación de la economía española al endeudamiento exterior dijo que toda la sociedad debía hacer un esfuerzo por reforzar el ahorro interno y que en este sentido debía ponerse el énfasis en que empresas y familias lo hicieran pero que también era necesario que el sector público contribuyera a ello equilibrando lo antes posible sus cuentas para lo que es imprescindible continuar por la senda de reducción del déficit público.

Almunia pidió “más Europa” para impedir nuevas crisis futuras porque entiende que en situaciones como las actuales “ni Grecia, ni Portugal, ni Irlanda, podrían salir solos de ellas”. O los sacrificios serían aún mayores de los exigidos actualmente.

El balance de la actuación de la Unión Europea, según Almunia, aunque tenga sombras, es positivo ya que desde el estallido de Lheman Brothers se han adoptado medidas unitarias impensables hace poco tiempo. Recordó que cuando estalló el banco americano se instrumentó un plan de expansión de la demanda en Europa para hacer frente a la crisis; que posteriormente se ha construido un sistema de regulación financiera europeo inexistente hasta entonces; que se está preparando la trasposición de Basilea III y que se ha instituido un mecanismo de ayuda a países en dificultades que va  ser permanente; que se está mejorando la gobernanza europea de forma que no solo se ponga atención al cumplimiento del plan de estabilidad sino que se van a tener en consideración también otras cuestiones como el excesivo endeudamiento exterior y un mayor rigor fiscal.

Almunia dijo que en todo caso no era suficiente y que había que caminar en la senda de adopción de decisiones políticas de mayor calado como el “pacto del euro” en el que los países se comprometen a determinadas cuestiones cuy soberanía es estrictamente nacional, y sobre todo en las que permitan que la ‘pata’ económica de la unión económica y monetaria adquiera cuerpo y sirva para equilibrar la construcción europea.

En este sentido calificó de inteligente y a discutir la propuesta del presidente del Banco Central Europeo de que se constituya la figura del ‘ministro europeo de Finanzas’, que una las funciones del comisario de asuntos económicos y monetarios con las del presidente del eurogrupo y que la Unión Europea camine, en el largo plazo, hacia la constitución de un Tesoro de la Unión.

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