Aliocha Mussy, durante su intervención en la Cámara Franco Española de Comercio e Industria.

“Existen seis tipos de personalidades presentes en todos, siendo una o dos las más predominantes en cada persona. El objetivo de Process Com es enseñar a detectar estas personalidades y comunicar en base a cada una de ellas, generando una relación eficiente entre los distintos tipos de personas. Ningún tipo de personalidad es mejor o peor que otra. Cada una tiene sus fortalezas y sus debilidades”, explicaba Aliocha Mussy en la Cámara Franco Española de Comercio e Industria, ante un auditorio compuesto por profesionales de la consultoría, el marketing, las finanzas y la gestión de personas, quienes fueron convocados a la sesión ¿Se ha cortado la comunicación?, organizada para explicar a los asistentes el modelo utilizado por Precess Com en sus acciones de formación.

Acompañada por Mercedes Cano, que es formadora en Process Com España, Mussy destacaba las ventajas de aplicar en cualquier organización el Process Communication Model (PCM), capaz de aumentar —aseguraba Mussy— la eficiencia de los equipos de trabajo. El modelo tiene su origen en una idea desarrollada por el psicólogo Taibi Kahler en la década de los 70, quien perseguía mejorar las habilidades comunicativas entre las personas, consciente de los beneficios que ello aportaba. Y su máximo interés está en que quienes lo utilicen pueden detectar las señales emitidas por cada persona y optimizar las relaciones interpersonales, evitando el estrés que provoca una mala interacción, entre otras ventajas.  Con 40 años de existencia, y desarrollado en los cinco continentes y con más de 1.000.000 de perfiles realizados, este modelo se dirige a directivos que quieran entender mejor cómo se establece la comunicación y se incrementa la motivación, y cuál es el comportamiento resultado del estrés. Más allá de conocer mejor a los otros, PCM enseña de forma concreta cómo formular preguntas más potentes, ajustar la comunicación, o conseguir un liderazgo más eficiente. “Organizaciones como la NASA, empresas como L’Oreal o personalidades como Bill Clinton han comprobado sus beneficios. Actualmente, más de un millón de personas lo utilizan, y quienes lo hacen de forma profesional dicen que su hábito se traduce en dinero”, asegura en un comunicado Process Com.

Comunicación productiva
Debido a que la mayoría de los problemas que presentan las empresas se relacionan con una mala comunicación, según plantearon Mussy y Cano, aprender a gestionarla puede resultar fundamental, traduciéndose en un aumento de la competitividad de los trabajadores e incluso en la obtención de mejores resultados económicos. “Este modelo es una herramienta poderosa para situaciones de alto nivel de estrés. Se aplica bien en las empresas que deben lograr resultados de alta competencia. En un entorno cambiante, como el actual, la comunicación productiva es muy interesante y nos lleva a mejores resultados”, indicaba Cano.

Ambas especialistas dejaron claro que hoy día es esencial que los directivos entiendan que las formas de relacionarse con las personas no pueden ser iguales para todos. Mientras que un tono de voz firme puede ser señal de autoridad y confianza para algunos, en otros puede causar justamente el efecto contrario, provocándoles estrés. “Ahora es un descubrimiento para muchos directivos que las formas de comunicarnos deben ser diferentes entre las personas. Si mi forma de hacerlo es incómoda para alguien, esa persona se desconectará de mi mensaje o le producirá un rechazo, inhabilitando la transmisión del mismo”, afirmaba Mussy.  “El lenguaje negativo no genera motivación. En algunos casos puede resultar motivador y en otros no”, agregaba

Al aplicar el PCM, los directivos aprenden a hablar en base a los seis idiomas planteados con criterios observables y medibles, utilizando pautas del lenguaje verbal y no verbal que sean coherentes entre sí, para lograr mejores resultados comunicativos. “No le hablamos igual a todo el mundo. Intentamos adaptarnos a las personas. Eso que hacemos de forma intuitiva, naturalmente, en Process Com lo hacemos de forma profesional”, aseveraba Cano.

El modelo también permite anticipar los problemas como, por ejemplo, la selección inadecuada de un empleado que puede provocar impactos negativos de diversa índole. Con el PCM, explicaban las ponentes, se pueden anticipar escenarios como ese y realizar una gestión directiva más eficiente. Además, el modelo tiene en cuenta que las percepciones y, por supuesto, el vocabulario, varían en función de las personas y sus idiomas. Finalmente, los asistentes pudieron identificar mediante ejemplos diferentes formas de comunicación verbal y no verbal, lo que les permitió identificar cómo influye el lenguaje en la transmisión efectiva de los mensajes. Mientras que el tono de voz seguro y firme denotaba seguridad, aquel más suave y débil provocaba el efecto contrario. “El lenguaje corporal es estático, pero con fuerza. Mi voz manifiesta convicción, por tanto, debe acompañar mis mensajes”, concluía Cano.

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