El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, reclama al Gobierno «realizar un seguimiento continuo de la evaluación de la recaudación» durante el ejercicio, con el fin de «reaccionar a tiempo tanto en el lado del gasto como en el de los ingresos en caso de que se materialicen los riesgos para el cumplimiento del déficit».

En su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, el gobernador destaca que el aumento previsto de la recaudación (un 6% de los ingresos tributarios y 5,1% en cotizaciones) es»superior a la observada históricamente».

La mejora del déficit, que está previsto que pase del 3,1% registrado en 2017 al 2,2% en este ejercicio, es atribuida «al buen comportamiento cíclico de la economía y a la reducción de los pagos por intereses de la deuda pública». Pero Linde avisa que este año no se producirán «avances en la reducción del todavía elevado déficit estructural de las Administraciones Públicas», pese al «contexto de moderación general del gasto público».

El gobernador del Banco de España pide una revisión y definición de la cesta de impuestos para obtener de forma «estable y eficiente» los ingresos necesarios para financiar el nivel previsto de gasto público, así como más reformas y un programa de medio plazo con medidas para el cumplimiento de los objetivos presupuestarios ante el «elevado» déficit estructural.

Linde insiste en la importancia de la consolidación presupuestaria, ya que el ajuste pendiente es «significativo» y España sigue inmersa en el procedimiento de déficit excesivo desde el año 2009 y el plazo fijado por la Unión Europea para la superación de esa situación vence este año.

Una vez logrado ese objetivo, proseguir hasta lograr el equilibrio presupuestario en términos estructurales es algo «fundamental» para recuperar los márgenes de maniobra de la política fiscal ante eventuales escenarios adversos de crecimiento.

Por ello, considera que el proceso de consolidación fiscal debe anclarse en un programa de medio plazo en el que se detallen las medidas que permitan la consecución de los objetivos presupuestarios, así como en una previsión prudente de la evolución macroeocnómica y de los ingresos públicos. También reclama seguir avanzando en la racionalizacion y eficiencia del gasto público.

Para el gobernador del Banco de España, el principal reto en el ámbito de las finanzas públicas es la persistencia de un elevado nivel de deuda pública, que cerró 2017 en el 98,3% del PIB, ya que su mantenimiento puede afectar al funcionamiento de la economía, ahora que viene la normalización de la política monetaria.

El mantenimiento de una elevada deuda puede provocar la absorción de recursos que podrían tener usos más productivos, una mayor dependencia de las condiciones financieras exteriores o la reducción de los márgenes de maniobra de la política fiscal ante perturbaciones adversas.

Linde pide más reformas económicas, ante el bajo crecimiento de la productividad, la falta de competitividad en algunos sectores y las «ineficiencias significativas» en el mercado laboral. «Estos factores, en un entorno de intenso envejecimiento de la población, imponen límite al crecimiento potencial en el medio y largo plazo», argumenta.

Finalmente, reclama consensos sostenibles en el tiempo sobre la reforma de la financiación autonómica, sobre la que que existe un acuerdo «amplio» sobre la necesidad de mejorar su transparencia, conseguir la adecuacion de los recursos a las necesidades de gasto e incrementar el grado de corresponsabilidad fiscal.

En este sentido, cree que las comunidades autónomas deben volver a acceder a los mercados de capitales como vía fundamental de financiación de sus desequilibrios presupuestarios, dejando los distintos fondos del Estado, desarrollados durante la crisis, como recurso de emergencia ante circunstancias excepcionales.