Estas medidas técnicas suponen el colofón de la refinanciación de la inmobiliaria presidida por Juan José Bruguera, en la que destaca el traspaso a su filial Asinsa de todo su negocio de suelo y promotor de viviendas, una especie de inmobiliaria “mala”, con objeto de preservar con un “cordón sanitario” a que la inmobiliaria “buena” dedicada al negocio patrimonialista pueda cerrar este ejercicio con beneficios, tal y como apuntan los resultados del primer trimestre del año.

La filial Asentia ha sido creada de manera pactada entre Colonial y sus acreedores con el objetivo de liquidar los activos, una tarea que ha sido encomendada a los gestores de la inmobiliaria, ya que “no tenemos vocación promotora”, subraya Bruguera. El consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas, adelanta que el futuro de esta filial no es otro que gestionar el banco de suelo y vivienda residencial “con paciencia y un horizonte a largo plazo a medida que vamos desinvirtiendo”.

La nueva sociedad consta «básicamente de 1.000 millones de activos y 800 millones de deuda», ha explicado Pere Viñolas, que ha añadido que «los más de 150 millones teóricos de valor de esta filial están completamente dotados y no somos especialmente optimistas sobre su evolución en los próximos doce meses», dado el estancamiento del mercado de suelo y vivienda residencial.

En la junta ordinaria de este año, la sociedad ha aprobado las cuentas de 2010 y también el ‘contrasplit’ por el que se agrupan 100 acciones en una, de manera que la compañía pueda ir volviendo a la normalidad en los mercados a partir del valor de seis euros la acción, según el último cierre. «El ‘contrasplit’ supone agrupar acciones, y donde había 22.500 millones de acciones pasaremos a tener 225 millones de acciones, pero esto no supone ningún cambio sobre el valor ni la estructura accionarial», ha manifestado Viñolas.