“A veces la fotografía resulta injusta, quizás impropia o insuficiente. No sabría escoger el adjetivo preciso por el que en esas ocasiones tratar de fotografiar para captar no basta”, escribe Gela Bravo sobre Susana Salvador, la bailaora de flamenco. “Es imposible que estas fotos alcancen ni siquiera a mostrar una pizca de su arte”, reconoce. Pero tras leer “Mujeres que crean” (Editorial Autografía), y disfrutar de sus fotografías, se puede afirmar que Gela Bravo es injusta con su propio trabajo.

Porque se trata de una gran obra. Un original recorrido por la vida, en su sentido más amplio, a través de la mirada de 25 mujeres, todas ellas de profesiones vinculadas al mundo del arte, la cultura, la ciencia o el deporte: Laura Agustí, Susana Salvador, Cecilia Gañán de Molina, Sonia Ezquerra, Mariona Omedes, Bárbara Aurell, Anna Monjo, Clara Payàs, Rosa Montero, Elena Rey, Mara Saiz, May Gañán, Amanda Terés, Paula Ortiz, Rosa Regàs, Carme Ruscalleda, Pepita Pardell, Aitana Sánchez-Gijón, Carmen Alborch, Margarita Salas, Andrea Motis, Carme Portaceli, Araceli Segarra, Emma Roca y Silvia Marquez.

Para entender “Mujeres que crean”, lo mejor es el prólogo de la doctora en Psicología Social Sara Berbel, que comienza con una impactante frase: “El arte hecho por mujeres es despreciado por sistema”. La pronunció la escritora Siri Husvedt en 2015 con motivo de la presentación de su libro “El mundo deslumbrante”, en el que la protagonista contrata hombres que presenten sus obras ante la dificultad de hacerlo al ser mujer. La propia Siri Husvedt se negó, durante la promoción de su obra, a conceder una entrevista cuando descubrió que el motivo de todas las preguntas era su esposo, el también escritor Paul Auster.

“Es un hecho reconocido que a las mujeres siempre les ha llevado más tiempo que a los hombres hacerse un lugar en el mundo del arte”, denuncia Berbel. Y aporta datos: únicamente el 34% de artistas son mujeres; en el Museo del Prado sólo están expuestas obras de 5 mujeres, frente a las de 18.000 hombres.

“Los menores sueldos se producen constantemente, restando posibilidades, y también prestigio, a las mujeres en la cultura, además de contribuir a su falta de visibilidad”, insiste Sara Berbel, denunciando tanto el ‘techo de cristal’ como la ‘brecha salarial’.

Berbel acierta al describir la gran aportación de la obra de Gela Bravo, “destacando a 25 mujeres con nombre -y obra- propios”. “Mujeres que no se rinden, pese a los obstáculos”, que han “creído firmemente en su sueño y trabajado con tesón y pasión hasta crearlo”.

Porque “Mujeres que crean” refleja, a través de esas 25 miradas, la presencia, la mirada y el papel de la mujer en la construcción de una sociedad, de una cultura. Gela Bravo retrata y entrevista a “mujeres que creen en lo que hacen, que creyeron que podían y debían hacerlo, y que haciéndolo han creado y crean arte, conocimiento, criterio, conciencia, referente, -nunca modelo, porque no hay un único modelo de mujer- camino, precedente”. Y sobre todo, y como suma de todo ello, generan cultura y valor social.

Gela Bravo logra reunir “un elenco de mujeres que destacan por su talento, por su impacto y trayectoria, su sensibilidad y asertividad, su personalidad, su obra, por su ejemplo, y por la capacidad de conjugar todo ello con una actitud propia”.

“Me asombra descubrir que todas son muy polifacéticas”, explica la autora de “Mujeres que crean”. Resalta que “todas son extraordinarias en lo que hacen”.

Y extrae una gran lección: “Lo importante es que las personas crean en lo que hacen. Eso se traduce casi con total seguridad en logro. Creer firmemente en algo te ayuda a darle forma, a hacerlo real, posible, a crearlo. Creer es casi el primer acto creativo, y requiere tanto talento como trabajo, perseverancia y pasión”.

También lanza un claro mensaje: “El talento no es propiedad de ningún género, es un precioso potencial humano”. Por eso hay que ‘desmasculinizar’ el talento, y la exposición y reafirmación de éste, “en todos los espacios y niveles, para que otras formas de hacer tengan cabida”. “En la dirección de una empresa, en la gestión pública, en la expresión artística o la creación de una familia”, insiste Gela Bravo.

Finalmente, un espacio para la esperanza. “En este libro en realidad están todas las mujeres”, proclama la autora. En la obra aparecen “veinticinco mujeres especiales, con talento, mucho talento. Tenaces, impactantes, imprescindibles, sensibles. Inolvidables. Creadoras. Pero no son las únicas. Han sido muchas. Serán muchas más”.