Papandreu logra la confianza del Parlamento y abre la puerta al plan de ajuste

22/06/2011

M. V. R.. La próxima semana el Parlamento deberá dar su visto bueno al nuevo plan de ajuste, ya que Bruselas les ha exigido "consenso" en torno a las nuevas medidas.

Yoryos Papandreu logró a última hora de este martes superar la moción de confianza que abre la puerta para conseguir aprobar el nuevo plan de ajuste exigido por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el que podrá, en primer lugar, el quinto tramo pendiente de recibir del primer rescate, cuya cantidad asciende a 12.000 millones de euros, y que los países de la eurozona aprueben el segundo plan de rescate a partir del próximo 3 de julio. Los 155 votos del Pasok (el Movimiento Socialista Panhelénico -Pasok) al que pertenece Papandreu eran suficientes para pasar la prueba.

El socialista Papandreu ha conseguido, además, al superar la moción de confianza que el Parlamento dé su visto bueno a su nuevo Gobierno. elemento esencial para estabilizar la vida política del país y desarrollar todas las medidas contenidas en el nuevo plan de ajuste, que una vez más cuenta con el rechazo de la población, como lo han demostrado las decenas de miles de ciudadanos concentrados ante el Parlamento, en la Plaza Sintagma durante las horas de debate de la moción de confianza.

La manifestación de los ciudadanos ha transcurrido sin ningún incidente, aunque Atenas se encontraba en estado de alerta en previsión de altercados, por lo que el centro de la ciudad -donde se encuentra el Parlamento- había sido reforzado con policías. Los nuevos recortes, que se traducirán en reducción de las pensiones y de los salarios, así como el despido de miles de funcionarios, entre otras, han sembrado la inquina contra Bruselas y la canciller Angela Merkel y al presidente francés, Nicolás Sarkozy, que son los líderes europeos en los que los helenos encarnan las nuevas exigencias a cambio de recibir más ayuda europea. Los sindicatos, «indignados» y ciudadanía en general se han unido contra su Gobierno y contra Europa.

La semana próxima, crucial

El primer ministro griego, tras superar la prueba de la moción de confianza, ya ha marcado el nuevo paso a dar. La próxima semana el nuevo plan de ajuste deberá ser votado en el Parlamento, junto a un ambicioso plan de privatizaciones, que los ciudadanos creen que es poner el venta la poca riqueza que le queda al país. Dicho plan cuenta con el visto bueno de los responsables de la Eurozona, que este lunes dieron un ultimatum a Grecia para que solucionara la crisis política y pusiera en marcha las nuevas medidas de recorte si quería recibir un segundo rescate, de lo contrario se le abandonaría a su suerte, es decir, la bancarrota.

Tras la reunión este fin de semana del Ecofin, los ministros de Finanzas decidieron no ponérselo fácil a Grecia. Los dirigentes europeos se reunieron con Papandreu y su nuevo ministro de Finanzas para alcanzar un consenso. Pero el ultimatum dejó claro que el Gobierno heleno debía poner toda la carne en el asador, aunque como el propio líder socialista heleno les recordara, que la presión de los mercados es sobre toda Europa, mientras recordaba que hasta la fecha habían realiado todos los recortes que se les habían exigido y que así seguirían haciéndolo. El problema es que no han demostrado que sean capaces de reducir su déficit público, como habían asegurado a los niveles previstos.

En Bruselas están convencidos de que con el nuevo plan de ajuste el dinero que necesita Grecia para cubrir los primeros vencimientos llegará sin problemas a principios de julio, aunque además de las medidas piden que se aprueben por consenso de todos los partidos políticos, como garantía de que las medidas se

Mientras, inasequible al desaliento, como si ya tocara con la punta de los dedos los 12.000 millones de euros que el Eurogrupo no acaba de desbloquear, Papandreu lanzaba desde Bruselas un recordatorio al Parlamento de Atenas, que parece haber hecho caso: la absoluta confianza en sus designios. El recién remodelado Gobierno, tras superar este primer obstáculo, someterá a votación la semana próxima el nuevo plan de ajuste, que incluye el despido de miles de funcionarios y más recortes de salarios y pensiones, unas medidas exigidas por los ministros del euro y el FMI antes de julio para que Grecia reciba los ansiados 12.000 millones. Con 155 escaños de 300 en manos de su partido, el Movimiento Socialista Panhelénico (Pasok), era de prever que la Cámara se pronunciara hoy a su favor.

El jefe del Ejecutivo de Atenas se entrevistó ayer con el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy. En el alero quedaba la anunciada reunión con Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, pues Papandreu debe regresar hoy a Atenas para la votación.

Al término de la entrevista con Van Rompuy, y en unas declaraciones a la prensa en las que no admitió preguntas, Papandreu manifestó: «Estamos decididos como país, como Gobierno, a continuar con el programa [de ajuste], a avanzar». El líder socialista definió como «muy difíciles» las negociaciones del Eurogrupo para desbloquear el quinto tramo de ayuda, de 12.000 millones de euros, y recalcó el compromiso de su Gobierno «para hacer lo necesario» para conseguir la recuperación económica y el cumplimiento de las reformas pactadas. «Así lo hemos hecho durante el último año, y así seguiremos haciéndolo», dijo.

A cambio de las reiteradas exigencias de los socios comunitarios, Papandreu devolvió la pelota exigiendo a Bruselas «una voluntad similar» a la que, dijo, está demostrando Grecia para cumplir los objetivos, porque se trata de «una crisis de amplia dimensión europea».

Por su parte, Van Rompuy recalcó la importancia de que el Parlamento griego respalde el nuevo paquete de medidas de ajuste, pues ello «allanará el camino para el próximo desembolso [del quinto tramo de ayuda] de mediados de julio». El responsable del Consejo Europeo también pidió al pupilo griego que se esfuerce más «en los ajustes» para afrontar la crisis. «Dada la amplitud, la magnitud y la naturaleza de las reformas griegas, el consenso nacional es un requisito para el éxito», concluyó Van Rompuy.

Además de las manifestaciones convocadas por los indignados griegos, animados por la movilización sindical más ortodoxa, los trabajadores de la eléctrica estatal DEI iniciaron en la madrugada de ayer una huelga de 48 horas que está provocando interrupciones del suministro en casi todas las regiones del país.

Aunque todos los movimientos del frente anti-Papandreu -es decir, casi toda Grecia- se empeñan en desdecir sus palabras, el nuevo portavoz del Gobierno, Ilias Mosialos, se empleó ayer a fondo en rebajar la crispación creada por la nueva visita de una delegación de la Troika (BCE, FMI y Comisión Europea). «Los inspectores analizarán y debatirán los cambios [del nuevo plan de ajuste] a un nivel técnico. [Pero] mientras, seguiremos escuchando los mensajes de la sociedad griega. Necesitamos implantar con decisión política de Estado y grandes reformas estructurales. Pretendemos alcanzar resultados con el cumplimiento de objetivos económicos», manifestó.

Grecia emite hoy letras del Tesoro a tres meses para recaudar 1.250 millones. Según la autoridad de gestión de deuda griega, en la última emisión, el 17 de mayo, Grecia colocó 1.525 millones al 4,06%, informa Efe.

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