Promover y profundizar en la relación de la ciencia con la sociedad es el principal objetivo de la Asociación Española para el Avance de la Ciencia (AEAC), una organización que preside Federico Mayor Zaragoza. Esta nueva asociación abierta a la participación de ciudadanos y empresas tuvo su génesis en el grupo Curie, nacido para incitar el debate sobre política científica y un ejemplo de colaboración intergeneracional e interdisciplinar, según defienden las personas que lo conforman.

La AEAC se propone difundir entre la ciudadanía una idea clave: la ciencia es la base del progreso y la sostenibilidad. Igualmente quiere advertir: “En España, el Sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación hace aguas y es necesario acelerar un debate transversal, que además de a los trabajadores de la ciencia implique a muchos otros actores en la sociedad, del ámbito de la educación, la sanidad, las empresas y, también, del ámbito político”. Y nace con el objetivo de promover el diálogo entre ciencia y sociedad en cuatro ejes:
♦ Recuperar la obligación de los poderes públicos de promover la ciencia y la investigación científica en beneficio del interés general, tal y como recoge el artículo 44 de la Constitución Española
♦ Desarrollar actividades para acercar ciencia y sociedad
♦ Promover un pacto social por la ciencia
♦ Recuperar el concepto de la ciencia como derecho humano, recogido en el artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (ONU, 1948).

Con un carácter inclusivo e incluyente, la AEAC aceptará como socios a empresas, instituciones, ciudadanos y ciudadanas, sean del ámbito científico o no, “que compartan un claro interés por la ciencia y quieran situarla, en España, al nivel que se merece”. Convencidos de que la ciencia es clave para el desarrollo de la economía española, los miembros fundadores de la AEAC defienden que apoyar a la ciencia es esencial para caminar desde una sociedad industrial a una sociedad digital, que lleva al tejido productivo a la imperiosa necesidad de innovar.

Entrevistamos a Borja Sánchez, secretario y portavoz de la AEAC, tras la presentación de esta organización en el Ciemat (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas). Sánchez es científico titular en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y “una especie de mezcla entre un microbiólogo, un inmunólogo y un bioinformático”, según se autodefine. Sánchez denunció en su día el impacto negativo de la nueva Ley de Contratos del Sector Público sobre proyectos de investigación como el que él dirige, incluso ha hecho un llamamiento a la población mediante una iniciativa publicada en change.org denominada Acaban de apuntillar la ciencia española. 

♦ diarioabierto.es: ¿Cómo ha llega usted a involucrarse en la creación de la AEAC?
Borja Sánchez: Llegué hasta la constitución de esta asociación a partir de mi actividad política; presido el Comité Asesor en Ciencia y Tecnología de la Federación Socialista Asturiana. Mi mayor preocupación es el bajo nivel de cultura científica entre nuestros gobernantes. Por eso solicité formar parte de ese comité, sin recibir ningún tipo de remuneración, a cambio de que me dejasen opinar sobre cuál debía ser el programa electoral en ciencia y tecnología en Asturias para los próximos años.

Hace un año envié un email al secretario general del PSOE Pedro Sánchez, quejándome de la situación de la ciencia en España y hablándole de la encuesta del Fecyt sobre percepción social, que dibujaba una sociedad española de espaldas a la ciencia. Ese correo electrónico llegó hasta el coordinador de la Unidad de Investigación en Cultura Científica del Ciemat, Emilio Muñoz, y a partir de ahí se organizó el grupo Curie (Científic@s Unid@s por la Reactivación de la Investigación en España), donde hemos debatido los recortes en ciencia de los últimos años y hemos hablado de la necesidad de llegar a un pacto cívico que culmine en un pacto de Estado por la ciencia. El grupo Curie, que contaba con participantes de distintos ámbitos de la ciencia, tanto del sector privado como del público, desde las ciencias experimentales a las ciencias sociales, fue el germen de la AEAC.

En la AEAC debemos trabajar para que más de la mitad de la población a la que la ciencia le es indiferente haga suyas las reivindicaciones de quienes trabajamos en el mundo científico. En definitiva, se trata de que cuando haya un recorte en ciencia, que la gente lo sienta como suyo, al igual que ocurrió con los recortes en educación o en sanidad, dado que los recortes en la ciencia afectarán a su bienestar a largo plazo.

♦ diarioabierto.es: Ustedes le piden a la ciudadanía un mayor compromiso con la ciencia, ¿y qué le pide la AEAC a las empresas?
B.S.: Echo en falta una mayor movilidad de científicas hacia y desde las empresas. A las empresas se les reclama más inversión en investigación y desarrollo, si bien es cierto que muchas de ellas poco pueden hacer, bastante tienen con subsistir. De momento, nosotros les reclamamos que participen en el diálogo que esperamos mantener de ahora en adelante y donde pueden surgir ideas para que nuestra asociación pueda trabajar en ellas a corto y medio plazo.

♦ diarioabierto.es: ¿Y qué le pide la AEAC al actual Gobierno?
B.S.: En primer lugar, que deje de dar falsas noticias, como la referida al incremento de la inversión en investigación científica en los Presupuestos Generales del Estado para 2018, cuando lo que se han incrementado son los instrumentos financieros. Les pediría que detengan la sangría en la financiación de la investigación básica y aplicada, así como la sangría de personal en formación, que faciliten el retorno del talento español que desea volver, pero también que atraigan al talento extranjero a nuestros centros de investigación… Le pediría al Gobierno que cambie de chip radicalmente.

♦ diarioabierto.es: Pero… la gente joven próxima al mundo científico, ¿está realmente involucrada en estas reivindicaciones?
B.S.: En parte sí y en parte no, y ese es otro de nuestros retos. Muchos no saben para qué estudiar ciencia. Hay muchos que salen de las universidades sin saber lo que es un OPI (organismo público de investigación), sin conocer las diferencias entre la vida profesional y la científica. Es preciso realizar una labor de formación e información importante entre los jóvenes, y ese es otro de nuestros propósitos.

 

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