Una jornada de euforia era el empujón que necesitaban los índices americanos para superar el nivel previo de la caída de Lehman Brothers. Y ayer llegó la euforia.

Las inyecciones comprometidas por la Reserva Federal estadounidense parecen haber devuelto la confianza a los inversores, que ayer se lanzaron a una oleda de compras masivas que llevó al Dow Jones a una subida del 1,96% y al SP500 a  cerrar un 1,93% por encima de la jornada precedente.El Nasdaq se apuntó una subida del 1,46%.

La jornada culminó una recuperación que en los últimos meses había pasado por tiempos de zozobra, con los inversores temerosos ante la posibilidad de una nueva entrada en recesión o de un periodo de deflación.

Los últimos datos del PIB americano parecen haber disipado las dudas sobre la recuperación de la economía y las medidas de la Fed parecen enfocadas directamente a crear inflación, por mucho que ayer Bernanke lo negara. No obstante, el peligro del desempleo sigue latente también en Estados Unidos.

Por lo que se refiere a los mercados europeos, destaca el silencioso Dax, que se encuentra ya muy por encima de los niveles de septiembre de 2008 y cuya fortaleza queda demostrada por el hecho de que no entró en la espiral bajista de abril de este año. Solidez a toda prueba la que está demostrando la «locomotora» alemana y que también se traslada a su principal índice bursátil.

Por su parte, el Footsie londinense parece ir a la par con los mercados americanos y aprovechó también la jornada de ayer para remontar hasta los niveles de septiembre de 2008.

El resto de índices europeos siguen algo más rezagados y, una vez más, el peor entre las grandes plazas vuelve a ser el Ibex español, demasiado lastrado en los últimos tiempos por la negativa evolución del BBVA y el Santander y, en general, de todo el sector financiero.