El ayuntamiento de Madrid quería que el consumo eléctrico del consistorio, que en  esta edición asciende a 82 millones de euros, fuese suministrado únicamente por energías verdes. Y así consta en las condiciones del contrato redactado por el equipo de la alcaldesa Manuela Carmena, pero el pliego no ha gustado a las tres grandes eléctricas Iberdrola, Gas Natural Fenosa y Endesa, que lo han recurrido. No es que se trate de ingresos clave para las arcas de las empresas, pero sí es un suministro emblemático, que además con unas características que pueden hacer que otras entidades públicas sigan el camino del Ayuntamiento de Madrid.

De momento, Carmena ha ganado ha una batalla ya que el Tribunal Administrativo de Contratación Pública de la Comunidad de Madrid ha desestimado los recursos presentados por las citadas grandes eléctricas que pretendían que sus comercializadoras pudiesen acceder a la licitación de la capital madrileña. Pero la obligación que se fija para entrar en el concurso: que se garantice la venta exclusivamente energía renovable, no la cumplen.

Todavía pueden recurrir al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), si bien lo que se perfila es que otras compañías sí cuentan con el certificado A ,que otorga la Comisión Nacional de Mercados y Competencia y en el que se garantiza que la sociedad solo vendió energía verde en el último año. Ese colectivo está formado por varias pequeñas comercializadoras, aunque también forman parte de él, Acciona, empresa que cotiza en el Ibex como las tres grandes eléctricas integradas.

SI bien el líder en producción de energía renovables es Iberdrola, su mix de generación es más complejo ya que cuenta con nucleares y gas. El argumento de las grandes empresas del sector que han recurrido la licitación se centra en un tema: cuando las condiciones climáticas, básicamente los anticiclones, reducen drásticamente la producción eólica y la hidráulica, es necesario acudir a las centrales térmicas.