Sede de Iberdrola en Bilbao

La batalla entre Iberdrola y Enel por la toma de control de Eletropaulo ha entrado en una nueva dimensión, con la apelación de la empresa que preside Ignacio Galán a la Comisión Europa. En una carta enviada al organismo comunitario acusa a la empresa italiana de no respetar los principios de defensa de la libre competencia y de utilizar su posición  de compañía semipública (está participada por el Estado de su país); en definitiva, de contar con una posición monopolística y de disponer ya sea de forma directa o indirecta de apoyo público.

Iberdrola se adentra así en otra fase, con ataques legales, en la que tampoco descuida la mejora de la oferta económica a los accionistas de la distribuidora brasileña. Y en la carta a la CE explica sus argumentos: privilegiada situación en el mercado italiano, que la permite acceder a los mercados de capitales con menos costes. Como consecuencia que el perfil de Enel también distorsiona la competencia en los países en los que invierte, sin atenerse a los criterios de racionalidad de las empresas privadas.

En este contexto reitera que se trata de una empresa que goza del apoyo incondicional de un Estado, como su accionista mayoritario, por lo que pide a la Comisión Europea que actúe para frenar esas prácticas. Iberdrola además estudia «cuidadosamente» emprender acciones legales.

Mientras su filial en Brasil, Neonergia, mantiene la tensión en las ofertas, con un precio los 32,1 reales (unos 7,56 euros) por acción, lo que la sitúa de nuevo a la cabeza de la puja.

La pregunta que surge es si es más importante para Enel y para Iberdrola aumentar su presencia en Brasil o si es más relevante evitar que su competidor lo consiga. Sea cual sea la respuesta tanto Galán como Starece (Enel)  no parecen dispuestos a ceder posiciones.