La prohibición de usar en exteriores tres insecticidas neonicotidoines considerados dañinos para las poblaciones de abejas han recibido el respaldo de los países miembros de la Unión Europea. La votación ha respaldado la propuesta de la Comisión que defendía el aumento de las restricciones que ya existían desde 2013 sobre las sustancias clotianidina, imidacloprid y tiametoxam, por el peligro que suponen para los polinizadores silvestres y las abejas de la miel.

Un estudio de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria publicado en febrero de este año confirmó que la mayoría de los usos de estas tres sustancias representan un riesgo para las poblaciones de abejas de la miel.

El nuevo veto del Ejecutivo comunitario ha contado con el voto a favor de España, un apoyo clave para su aprobación, ya que se requería el apoyo de al menos 16 países comunitarios que representaran más del 65 % de la población.

El uso en espacios abiertos de estos tres neonicotinoides estará prohibido y sólo podrán ser utilizados en invernaderos permanentes en los que no se espera que las abejas estén expuestas a esta sustancia, según ha explicado la Comisión Europea en un comunicado. Estas sustancias son muy comunes en la agricultura intensiva para proteger los cultivos de las plagas.

«La Comisión había propuesto estas medidas hace meses sobre la base del asesoramiento científico de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria. La salud de las abejas sigue siendo de capital importancia para mí, ya que está relacionada con la biodiversidad, la producción de alimentos y el medio ambiente», ha declarado el comisario de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis.

El Ejecutivo comunitario adoptará formalmente en las próximas semanas las nuevas restricciones, que entrarán en vigor a finales de año.

¿Qué está pasando con las abejas?

Las abejas no son los únicos insectos polinizadores, pero son vitales para algunos cultivos. Sin embargo, en los últimos años varios estudios científicos han señalado que la población de abejas está disminuyendo.

El principal problema es que no se sabe muy bien qué les está ocurriendo realmente. Sí se conocen algunas de las amenazas principales, como la destrucción de su hábitat, el uso abusivo de algunos pesticidas (como los que ahora ha prohibido la Unión Europea), la invasión de la avispa asiática que ataca las colmenas, el ataque del ácaro ‘Varroa’, el parásito ‘Nosema apis’ o el cambio climático.