ACS obtuvo un beneficio neto de 250 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que supone un crecimiento del 7,4%, impulsado por el negocio internacional.

España supone el 14% de la actividad del grupo, que en el mercado doméstico está actualmente pendiente del resultado de la opa lanzada junto con Atlantia sobre Abertis, toda vez que el pasado martes concluyó el plazo de aceptación de la operación, estimada en 18.181 millones.

La compañía de construcción y servicios espera el cierre de esta operación con la deuda en los mínimos históricos en los que ya cerró el ejercicio 2017. En concreto, a la conclusión de marzo se situó en 359 millones, importe equivalente al 0,1 de su beneficio bruto de explotación (Ebitda).

En el plano operativo, la cifra de negocio creció un 3,7% entre los pasados meses de enero y marzo, hasta situarse en 8.671 millones. El Ebitda, de su lado, se situó en 627 millones, un 3,6% más.

Por áreas de negocio, la tradicional actividad constructora se mantiene como primera fuente de ingresos, al facturar 6.346 millones, gracias a la recuperación del negocio en España, donde creció un 8,2%, pese a que el mercado doméstico sólo supone el 4,3% de la facturación total de este negocio.

Al cierre de marzo, ACS tenía una cartera de contratos de obras de construcción pendientes de acometer por valor de 55.005 millones, copada al 95% por proyectos internacionales.

La división de servicios es, no obstante la que más creció en el trimestre, un 6,4%, al generar 372 millones, por el impulso del negocio nacional e internacional, mientras que la rama industrial aportó 1.957 millones, un 5,4% más.