Rafael Rodrigo y Francisco Pelegero, inventores del Smartwater.

Rafael Rodrigo y Francisco Pelegero son los dos fontaneros valencianos que han creado un dispositivo que permite ahorrar en el consumo de agua, un bien natural que escasea debido al cambio climático y al aumento de la población. Con el fin de evitar malgastar el agua a diario, cuando al abrir el grifo hay que esperar hasta que salga caliente, ambos profesionales decidieron hace 15 años diseñar un dispositivo que se llama Smartwater y que consigue acercar el agua caliente hasta el punto de consumo. El sistema está avalado por un informe técnico de la Universitat Politècnica de València, que constata un ahorro en torno al 40,6% del consumo de agua total y un ahorro energético de alrededor de un 33,8%. Al mismo tiempo, reduce las emisiones de CO2 hasta un 34,8%.

“En ese minuto aproximado en el que esperamos al agua caliente, se derrochan entre ocho y 15 litros. Es algo que no nos llama la atención, porque llevamos toda la vida haciéndolo y lo vemos como normal. Además, no sólo es el coste del agua sino de todo el ciclo, de tratamiento, transporte, almacenamiento, etc.”, asegura Rodrigo. Con esta observación en mente, hace 15 años él y su colega Pelegero decidieron crear un sistema que evitara ese desperdicio en hogares y en empresas. Por fin, en 2011 patentaron Smartwater, su invento, totalmente desarrollado y fabricado en Valencia. Y lo comercializan bajo el paraguas de Iberica Desarrollo e Investigacion (IDI), una cooperativa constituida en julio de 2015 por estos dos profesionales y un tercer socio.

“El precio de este equipo no difiere mucho entre viviendas y comercios, pero viene determinado mayormente por la instalación requerida por cada tipo de edificación”, sostienen los socios de IDI. Y aseguran que la inversión en Smartwater, que funciona a pilas, se amortiza en aproximadamente dos años, si se trata de uso doméstico, y se reduce a seis meses, si se instala en un comercio. Así, además de en las viviendas, conviene instalarlo en negocios como peluquerías, hoteles, gimnasios, restaurantes, embarcaciones, colegios, universidades, residencias, hospitales, campings, industrias, spas, etc.

Para la realización del prototipo invirtieron 200.000 euros, lo que sumado a los 500.000 euros destinados a poner en marcha el negocio ha alcanzado hasta la fecha una inversión total de 700.000 euros, cifra que han financiado tan sólo con recursos propios. Logrando el punto de equilibrio o break even a los dos años de iniciar la comercialización del invento, IDI cuenta ya con seis empleados en plantilla y sus socios esperan facturar dos millones de euros al cierre del presente ejercicio. Para promocionar su invento, sus creadores lo han presentado en ferias como Cevisama y Look Madrid, “con muy buena aceptación del público”, aseguran. Además, procuran que los medios de comunicación online y offline se interesen por Smartwater.

A la conquista de América
Smartwater es un sistema muy sencillo y fácil de instalar, que no consume energía. Simplemente pulsando un botón, es posible disponer de agua caliente en cualquier punto sin desperdiciar una sola gota. “El equipo es totalmente silencioso, cumple los reglamentos de la construcción y de instalaciones de agua caliente y puede ser instalado tanto en obra nueva como en edificios ya construidos y gana especial importancia en los sitios con alto consumo de agua caliente, como pueden ser peluquerías, hoteles, gimnasios, etc.”, aseguran los socios de IDI, que ya preparan su salto internacional, en principio a Estados Unidos, si bien ya existe interés por el producto en países como Reino Unido, Chile, Cuba o República Dominicana. Sin embargo, el objetivo a corto plazo es reforzar el mercado nacional.

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