El minuto de gloria

21/05/2018

Josep M. Orta.

Ciudadanos vive su minuto de gloria. El tiempo dirá si su ascensión es sólida o es como la espuma que de la misma manera que sube, baja.

El domingo su presidente protagonizó un multitudinario acto en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid donde presentó en sociedad la plataforma “España ciudadana” que promociona un nuevo patriotismo. No sé por qué este acto me recuerda el que protagonizó José Antonio Primo de Rivera en el también madrileño teatro de la Comedia a finales de octubre de 1933 en a que el fundador de la Falange afirmó que “la patria es una síntesis trascendente, una síntesis indivisible, con fines propios que cumplir, y nosotros lo que queremos es que el movimiento, ese día, y el Estado que se cree, sea el instrumento eficaz, autoritario, al servicio de una unidad permanente, de esa unidad irrevocable que se llama Patria”.

Desde que en el Parlament sigo a Albert Rivera su discurso siempre me ha parecido ultranacionalista español basando su éxito en sus ataques a las señas de identidad catalanas (especialmente la lengua, la cultura y la enseñanza) y en base a esta fórmula anticatalanista la ha exportado al resto de España y ha logrado que la vida política en estos momentos gire en torno a su partido y ha resucitado el nacionalismo español.

En Catalunya su formación fue la más votada, pero su victoria no ha servido para otear lo que harían si un día acceden a gobernar. Su discurso siempre ha sido monocorde, criticándolo todo sin ofrecer ninguna propuesta constructiva, practicando el filibusterismo en numerosos plenos parlamentarios y con un lenguaje y unos gestos bastante alejados de la pulcritud parlamentaria.

Claro que en las pocas ocasiones que los acontecimientos han obligado a tomar partido a Ciudadanos han tenido que mojarse y lo han hecho, sus posicionamientos quizás no hayan gustado a sus actuales seguidores. Por ejemplo, en las reivindicaciones feministas, movimiento que consideraron anticapitalista, o en la sentencia de la “manada” que cerraron filas con la justicia, o la lucha por las pensiones…

Arrimadas siempre se negó a asumir el protagonismo de presentar su candidatura a la presidencia de la Generalitat por que ello representaba presentar un programa de gobierno que es exactamente lo que no tienen el más mínimo interés en hacer.

Este discurso, de momento, les va muy bien, pero un día tendrán que enseñar sus cartas y entonces veremos lo que pasa. De momento cada día se aproximan más al espacio político de la extrema derecha.

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