Cada vez son más las personas que se animan de nuevo a comprar una casa, en gran medida debido al encarecimiento exponencial de los alquileres. En este sentido, los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan una subida de las compras en el mes de febrero del 13,8% respecto al mismo periodo del año anterior. Con esto vuelven también, aunque por el momento no en todas las entidades, las hipotecas que financian el 100% del valor de la vivienda.

Pero sea o no éste el tipo de hipoteca que se va a solicitar, hay que tener en cuenta una serie de pautas para asegurar que los documentos son correctos. Desde ACOREO Consumidores Reunidos se analizan los principales puntos a tener en cuenta cuando se firma una hipoteca:

1.-Situación legal del inmueble. Conocer si tiene cargas económicas como recibos del IBI u otros impuestos o si se encuentra sujeta a algún régimen especial de protección son cuestiones fundamentales que se tendrán que estudiar solicitando el documento catastral u otros documentos, dependiendo de lo que necesitemos averiguar.

2.-Productos adicionales. Además de los requisitos más básicos como acreditar solvencia económica o tener un avalista, algunas hipotecas exigen contratar otros servicios tales como la domiciliación de la nómina y los recibos, seguros de hogar y de vida o planes de pensiones, entre otros. Habrá que valorar cuáles son realmente necesarios y si conviene económicamente.

3.-Comisiones. El cobro de comisión por apertura es una de las más comunes, tanto en hipotecas variables como fijas, aunque actualmente ya existen algunas que no cuentan con este gasto. Cuando ya se ha realizado el contrato, surgen posibles comisiones por amortización o por cancelación y, dependiendo del tipo de hipoteca que sea, será de un porcentaje u otro.

4.-Tipo de interés. Es uno de los puntos clave y podrá ser fijo, variable o mixto, en función de si el interés varía o no a lo largo de la amortización de la hipoteca.

5.-Costes añadidos. Existen otros gastos a los que ahora se debe prestar especial atención, ya que son los propios bancos los que tienen que asumirlos, tales como los notariales, cuyo importe depende de la suma a la que ascienda la hipoteca; el registro de la propiedad, que al igual que los de notaría varían según la cuantía del préstamo hipotecario; de gestoría, la cual se encarga de realizar todos los trámites requeridos hasta la inscripción de la escritura en el Registro de la Propiedad; y la tasación de la vivienda. Otros como el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados debe pagarlos el consumidor.

“Debemos tener especial cuidado cuando firmamos una hipoteca, ya que existen numerosos productos bancarios que, además de no ser obligatorios, no son 100% legales, tal y como se está demostrando en las últimas semanas tras las sentencias a los bancos ”, indica Albert García Borrás, presidente de la asociación.