Carlos Slim

Controla el consejo y la dirección como accionista mayoritario de FCC, si bien el magnate mexicano Carlos Slim ha optado por dos medidas que le pueden posibilitar no compartir el poder con quien fue el socio de referencia de la empresa Esther Koplowitz, que mantiene, bajo condiciones, un 20% del grupo de construcción y servicios.

La primera decisión, que en realidad en consecuencia de negociaciones llevadas a cabo durante años y que ha sido comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este mes, ha sido la ejecución por parte de Slim de la opción de compra que mantenía sobre la deuda de Koplowitz. Una opción con la que contaba desde 2016, un año después de entrar en FCC y, por tanto, en las empresas del grupo, entre ellas, Realia y Cementos Portland.

La de ahora ha sido una inversión de 600 millones por parte de Slim que ha pagado, al 50%, a BBVA y Bankia; y, si bien, se podría interpretar como una balón de oxigeno para Koplowitz también es cierto que con esta operación se ha convertido en el único acreedor de su deuda privada, que tiene como contrapartida acciones de la constructora. Slim tiene ahora el 61% del capital de FCC, porcentaje al que se sumaría el 15,4% si ejecutase la garantía.

Pero hay otra tema básico. Después de años sin recibir dividendos, la situación de Koplowitz no mejorará durante 2018 y, al menos, los primeros meses de 2019, al unirse otro ejercicio sin la remuneración, mientras que la gran capacidad económica de Slim le permite incluso elevar su presencia en la constructora española. Y los dividendos son clave para hacer frente a sus obligaciones por la deuda. Ese endeudamiento está originado en la compra por Esther Koplowitz de títulos del grupo que hasta entonces habían pertenecido a su hermana Alicia, quien optó por abandonar la empresa familiar.

El anuncio se ha producido un mes antes de la celebración de la junta del grupo que se celebrará el 28 de junio, y en donde una de los puntos más relevantes es precisamente que no incluye en el orden del día la vuelta al dividendo que se dejo de pagar en 2013, en la etapa más álgida de la crisis. Aunque la empresa ha vuelto a los beneficios y recortará deuda sobre la base de la venta del 49% de su filial Aqualia (ingresará 1.2014 millones de euros), este momento para los responsables de FCC no es todavía el idóneo, porque la prioridad es que la empresa genere más caja y ahonde la mejora de su estructura financiera.

La junta también ratificará el nombramiento de Pablo Colio como nuevo consejero delegado, puesto para el que fue nombrado en septiembre.