La farmacéutica Bayer ha completado este jueves la adquisición de la productora de semillas y herbicidas Monsanto por 63.000 millones de dólares, unos 53.500 millones de euros, cuyas acciones han dejado de cotizar en la Bolsa de Nueva York, culminando así la mayor compra de sus más de 150 años de historia, dos años después de la primera tentativa de hacerse con la estadounidense, por la que la alemana presentó su primera oferta en mayo de 2016 y llegó a un principio de acuerdo en septiembre de ese mismo año.

Según la autorización condicionada concedida por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la integración de Monsanto en Bayer podrá producirse en cuanto se haya completado la venta de activos a BASF. Se prevé que este proceso de integración comience en el plazo de unos dos meses.

El pasado lunes, la alemana anunció que Bayer será el nombre de la compañía, mientras el de Monsanto dejará de ser utilizado, aunque los productos adquiridos conservarán sus respectivos nombres y pasarán a formar parte de su catálogo.

«Hoy es un gran día», afirmó Werner Baumann, presidente del consejo de dirección de Bayer, destacando que la operación «alberga el potencial de generar un valor significativo» para los accionistas.