La acciones de la constructora y empresa de infraestructuras OHL han vuelto a un rumbo bajista en Bolsa después de que su aún principal accionista, la familia Villar, redujese su participación en un 12% por 93 millones de euros. Pero además del efecto psicológico que pueda tener que el fundador venda un paquete significativo, un factor que los analistas consideran que empuja la cotización a la baja es que la operación se ha cerrado con un descuento del 9,8%. Si bien ese porcentaje casi lo perdió el viernes, cuando se hizo pública la transacción, este lunes continuaba el castigo de los inversores. En el año el descenso se acerca al 40%.

Para el fundador de la empresa se trata de una operación que tiene como objetivo reducir la deuda del Grupo Villar Mir, tenedora de las acciones, aunque baje del 50,3% que controlaba hasta el 38,3%. Se mantiene como primer accionista pero ya no tiene la mitad del capital (más una acción), y, aunque de momento no esté ‘amenazada’ por una opa, es vulnerable a una operación hostil en la medida que avance en su saneamiento. Su valor en Bolsa es de 1.730 millones de euros. Detrás del citado grupo familiar se encuentran accionistas institucionales como Invesco o Société Générale.

Y en esta línea, haciendo de los problemas virtud, el grupo destacó que la nueva composición accionarial da más independencia a la constructora. También se destaca que las acciones de la empresa contarán con más liquidez.

Por otro lado la empresa prosigue en el camino de reducción de la plantilla, aunque cuenta con un acuerdo con los representantes de los trabajadores para reducir el número de afectados en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en sus oficinas centrales en España de 196 a 140 empleados. El recorte se enmarca en el plan de reducción de costes aprobado por el grupo.