El diputado socialista Pedro Saura será nombrado nuevo secretario de Estado de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, según informaron a Europa Press en fuentes del Departamento.

Saura relevará así en el cargo de ‘número dos’ del principal órgano inversor de la Administración central a Julio Gómez Pomar. Su nombramiento se materializará en el Consejo de Ministros de mañana viernes.

El nuevo Secretario de Estado del Ministerio que dirige José Luis Ábalos ha sido diputado del Grupo socialista en las cuatro últimas Legislaturas, en las que, además, ha ocupado el puesto de portavoz de su formación en las comisiones de Presupuestos y de Hacienda del Congreso.

Saura es doctor en Economía y profesor titular de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad de Murcia.

En su trayectoria en el sector público ha ocupado el puesto de director de Economía y Planificación del Gobierno regional a comienzos de los noventa y también fue presidente de Sepes, empresa de suelo de Fomento, entre 2010 y 2011.

Recuperación de la inversión pública

Saura asumirá la única Secretaría de Estado de Fomento en plena recuperación de la inversión en obra pública, tras los ajustes y recortes que este sector sufrió durante la crisis.

Así, junto con Ábalos, deberá gestionar la inversión de 8.487 millones de euros que los Presupuestos de 2018 asignan a Fomento.

Además, deberán decidir si mantienen y ejecutan el plan extraordinario de carreteras con capital privado que dejó preparado el anterior Gobierno y contemplaba lanzar obras por otros 2.000 millones este año. De hecho, los dos primeros contratos estaban anunciados para este mes de junio.

Asimismo, De la Serna presentó dos grandes planes de desarrollo inmobiliario en los terrenos colindantes a los aeropuertos de Madrid y Barcelona, también con el concurso del capital privado.

El reto de las autopistas

No obstante, uno de los principales y más inminentes retos de Ábalos y Saura será decidir sobre distintos proyectos que el cambio de Gobierno dejó en el aire, como son la conclusión del rescate de las nueve autopistas de peaje quebradas, unas vías cuya explotación el anterior Gobierno tenía previsto volver a ceder a empresas privadas.

También deberá tomar una decisión sobre el futuro de las autopistas más antiguas que este año empiezan a revertir al Estado, la primera de ellas, la AP-1 Burgos-Armiñón, el próximo mes de noviembre.

En materia ferroviaria, el nuevo equipo de Fomento asume la cartera cuando Renfe estaba a punto de anunciar un ‘macro plan’ de inversión en nuevos trenes con el fin de prepararse para la apertura a la competencia del transporte de viajeros en tren en la UE a finales de 2020.

Asimismo, la compañía está pendiente de firmar con el Estado el contrato-programa que rige la prestación de los servicios ferroviarios públicos, los de Cercanías y Regionales.

Relevos en las empresas públicas

Respecto a aeropuertos, una vez aprobados el régimen tarifario para los próximos años, el operador aeroportuario cotizado Aena tenía previsto anunciar en estos días su nuevo plan estratégico para los próximos años enfocado en la internacionalización.

En este sentido, precisamente de la Secretaría de Estado de Infraestructuras dependen las empresas públicas del Ministerio que, previsiblemente, registrarán un cambio al frente de su dirección. Se trata de, además de Aena, cuya presidencia recientemente asumió Jaime García Legaz, Adif, que preside Juan Bravo, la de Renfe (Juan Alfaro) y la de Puertos del Estado (José Llorca).