Este jueves por la tarde, el euro cayó más de un 1% después de que el Banco Central Europeo diera indicaciones muy explícitas sobre su política monetaria.

Tal y como se había especulado antes de la reunión, el banco anunció sus planes para empezar a cerrar su programa de flexibilización cuantitativa más allá de la fecha de finalización prevista hasta ahora. Las compras de activos se extenderán más allá de septiembre a un ritmo reducido de 15 mil millones de euros al mes y, tras este pequeño período, se reducirá a cero en diciembre.

A pesar del anuncio, algo sorprendente de la fecha de finalización de su programa, la moneda común cayó bruscamente después de que el BCE indicara que cualquier aumento de los tipos de interés en la zona euro sigue estando muy lejos. El BCE declaró, explícitamente, que “aún se necesitaba un estímulo significativo” y que espera que los tipos de interés permanezcan en los niveles actuales “por lo menos hasta el verano de 2019”.

La rueda de prensa de Mario Draghi también fue bastante moderada. Draghi destacó la creciente incertidumbre del exterior, al tiempo que dijo que el reciente parche de crecimiento se extendería hasta el segundo trimestre en algunos países. También emitió revisiones bastante fuertes a la baja de las previsiones de crecimiento e inflación. El BCE ahora espera que la economía de la zona euro crezca un 2,1% este año, por debajo de la estimación previa del 2,4%, y se pronostica que la inflación finalice el año en sólo un 1,4%, frente a la proyección anterior del 1,7%.