El presidente de la patronal de constructoras y concesionarias Seopan, Julián Núñez, advierte de que eliminar los peajes de las autopistas implica trasladar los costes de mantenimiento y conservación de esas carreteras a todos los contribuyentes por la vía de los impuestos, en lugar de que sean asumidos por quien haga uso de ellas. En el curso de la Apie en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, deja muy claro su rechazo a la intención del Gobierno de Pedro Sánchez de suprimir el peaje a las autopistas cuya concesión finaliza este año y en 2019. Y critica que e Gobierno no haya hablado con la patronal antes de tomar esa medida.

«El mantenimiento de la carretera, que la financie el usuario, y que el contribuyente se dedique a financiar lo que tiene más prioridad», argumenta.

El coste de suprimir el peaje de las seis autopistas cuyo plazo de concesión finaliza entre este año y 2021 asciende a 450 millones de euros anuales, cifra que se eleva a 1.000 millones si se contempla toda la red española de pago (2.550 kilómetros).

La red de autopistas españolas proporciona un balance anual positivo de 1.000 millones, sumando el ahorro en gastos de mantenimiento y su retorno fiscal, mientras que el balance de las que están en liquidación es de 56 millones. «¿Vamos a subvencionar a 20.000 señores para que estén tranquilos y no paguen, cuando en dos años habrían permitido construir un gran hospital o universidad?», cuestiona.

El presidente de Seopan considera que no se ha informado suficientemente a los ciudadanos de que, con la eliminación de peajes, «deberán ser ellos los que paguen la factura de subvencionar a conductores españoles y extranjeros». «Nada es gratis, se trata de decidir quién lo paga, y es una cuestión que creo que no se ha tratado con suficiente profundidad», razona.

Núñez resalta que en Europa están implantándose modelos de tarificación de la red viaria que permiten destinar lo ingresado por los peajes al mantenimiento de las carreteras. En España, solamente el 18% de las vías de gran capacidad están tarificadas. «En Europa no invierten ni un euro en carreteras, las paga el usuario», insiste.

Déficit de 114.000 millones en infraestructuras públicas

El presidente de Seopan insiste en que España acumula un déficit inversor en infraestructuras públicas superior a 114.000 millones de euros y que, en algunos casos, tardará «más de cien años» en cumplir con los objetivos fijados como prioritarios. Para resolver este déficit sin comprometer la agenda de gasto social, ha apuntado que la «única alternativa posible» es la colaboración público privada.

España no cuenta con un modelo definido de gestión y financiación de las infraestructuras viarias, lo que implica «graves problemas de desigualdad territorial», ya que en algunas comunidades autónomas predomina el pago del usuario mediante peajes y, en otras, la aportación del contribuyente.

Esta «ausencia» de un modelo viario también dificulta al transporte ferroviario de mercancías competir en igualdad de condiciones con el que se realiza por carretera, ya que la red viaria interurbana es el único modo de transporte sin tasas para los usuarios.

En España se ingresan 503 millones de euros por cánones ferroviarios, 2.872 millones por tasas aeroportuarias y 903 millones por peajes en carretera, mientras que en carretera solo contribuyen los que circulan por la red tarificada.

«La red viaria interurbana fomenta el monopolio de la carretera frente al ferrocarril en el transporte de mercancías», resalta el presidente de Seopan. «O cambiamos el modelo o veo difícil que las empresas de distribución vayan a poner un solo contenedor en un tren si tienen una opción gratuita», avisa.

También cree que en España «se han hecho cosas mal» y se han construido infraestructuras «ineficientes», aunque precisa que «la eficiencia y eficacia que se ha hecho en la promoción de infraestructuras públicas ha sido excelente». «Se han planificado algunas cosas mal, no lo voy a negar, pero habrá que preguntar por los errores al que las ha planificado y no al que las ha construido», concluye.