El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, afirma en el curso de la Apie en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, patrocinado por el BBVA, que «no es posible» que un sector que representa el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) español solucione por sí solo el problema de las pensiones, que afecta «a todos los sectores y a la sociedad en su conjunto».

«No se le puede pedir al sector bancario que haga esfuerzos soportando nuevos impuestos para revertir una situación, que se debe al aumento del envejecimiento y al descenso de la natalidad, factores, que necesitan soluciones integrales, porque van a tener un impacto prolongado a lo largo del tiempo», argumenta Roldán.

El presidente de la AEB razona que si los gastos del Estado van creciendo es necesario pensar «qué gastos se quieren financiar y cómo», porque «la financiación vía déficit no es posible».. Y hay que pensar cómo estructurar el sistema tributario para que sea eficiente y  qué gastos se quieren financiar con impuestos.  los gastos que se pueden financiar». «Hay que buscar un sistema fiscal coherente para que se puedan financiar todos los gastos», remarca.

Para Roldán, es «fundamental» que el Gobierno mantenga la economía en la senda «que tiene en estos momentos». Y pide al Gobierno de Pedro Sánchez que mantenga, además del crecimiento económico, la creación de empleo y la capacidad exportadora. Porque «necesitamos tres o cuatro años buenos como los que hemos tenido para lograr mitigar alguno de los problemas específicos que tiene la economía española», señala.

Más fusiones

Roldán cree que el proceso de consolidación bancaria puede continuar por la digitalización. «No puedo dar por hecho que haya terminado por la revolución digital, las presiones en rendimientos y porque cuanto mayor es una entidad, más fácil es hacer frente a la revolución digital y a retos como la ciberseguridad», argumenta. «Ser un banco grande da una potencialidad tremenda para afrontar los retos derivados de la transformación del sistema financiero», insiste.

La revolución digital abre «un enorme abanico de oportunidades», pero también plantea otros interrogantes regulatorios, de seguridad y operativos. «Nos inquieta la falta de adaptación de la regulación financiera al nuevo contexto de innovación digital», resalta.

Las autoridades «están acostumbradas» a regular en función de la clase de empresa y no de la actividad que lleva a cabo, una óptica que «no concuerda bien» con el actual escenario de la innovación. La patronal bancaria insiste en la necesidad de guiarse por el principio de «a igual actividad e iguales riesgos, igual regulación y supervisión».