En su Asamblea Anual, Asagua, la Asociación Española de Empresas de Tecnologías del Agua, ha reclamado un ciclo inversor en el sector que ponga fin a una etapa marcada por las escasas inversiones y que ha propiciado importantes bajas en las licitaciones de los últimos años.

La asociación destaca que la Administración está de acuerdo con esta situación negativa, pero no pone medios para modificarla. Además, denuncia que se llegan a dar casos en los que la empresa adjudicataria es la que ha presentado la oferta técnica peor valorada, ya que lo que prevalece es la oferta económica. Desde Asagua se denuncia que esta situación es “consecuencia de utilizar un pliego que, entre otras cosas, define una temeridad demasiado amplia, no establece umbrales para descartar las ofertas que no alcancen un nivel técnico razonable e impone una fórmula inadecuada para establecer el valor de las ofertas económicas”. En su opinión “la temeridad se debe aplicar si excepciones, por seguridad jurídica y para desalentar las bajas fuera de toda razón que hacen penoso el cumplimiento del contrato, cuando no provocan su rescisión, con tan malas consecuencias para los intereses públicos”.

Pacto Nacional por el Agua

Asagua, que aglutina a Comsa, Dam, Elecnor Infraestructuras, Facsa, Pesa, Socamex y Veolia, defiende la firma de un Pacto Nacional por el Agua que defina el sector y permita hacer realidad la depuración integral en España, imposible sin los necesarios recursos económicos. En este pacto deberían integrarse las medidas económico-financieras que permitan atender los déficits hídricos para conseguir un estado medioambiental sano, actuar para paliar los riesgos de inundaciones y catalizar las acciones de gobernanza, explican desde la asociación. Para ello, propone al Gobierno que las acciones que se programen para cumplir los objetivos previstos en la planificación hidrológica anual sean vinculantes, de forma que se cumplan las partidas presupuestadas y no dependan del partido político que gobierne.

Otra de las reclamaciones es la designación de un regulador único que ayude a cumplir los objetivos de solidaridad, así como la puesta en marcha de acciones para que la sociedad entienda y asuma que el coste de los servicios del agua debe pagarlos el usuario y que el respeto a la naturaleza es la herramienta más efectiva para luchar contra el cambio climático. No se trata de pagar por contaminar, sino de no contaminar, subrayan desde Asagua.

España incumple la Directiva Marco del Agua y seguirá incumpliendo, explican en la asociación, si no se hace una apuesta clara y contundente. De hecho, existen varios procedimientos abiertos contra España, alguno ya con sentencia condenatoria y fuertes multas.

Otras reclamaciones de Asagua son el fomento de la colaboración público-privada, la compra pública de innovación y la reforma de la Ley de Aguas, así como la actualización de los Planes Hidrologicos y una redefinición de las competencias, que siguen en manos de los entes locales. Todo ello para que el tejido empresarial se reorganice y la administración hidráulica pueda atender las demandas sociales y cumplir con Europa.