Xiaomi ha levantado con su salida a Bolsa algo más de 4.000 millones de euros mediante la colocación de 2.180 millones de acciones.
De este modo, el cuarto mayor fabricante mundial de teléfonos móviles ha debutado en Bolsa apenas ocho años después de su fundación en 2010, protagonizando la mayor OPV de una empresa tecnológica desde que Alibaba empezara a cotizar en 2014 en la Bolsa de Nueva York, a pesar de que las condiciones del mercado no hayan sido las más favorables como consecuencia de la escalada de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. El cofundador y primer ejecutivo de Xiaomi, Lei Jun, ha subrayado en su discurso previo al debut bursátil de las acciones de la compañía el «momento crítico» que atraviesan las relaciones comerciales entre China y EEUU, así como los flujos constantes registrados en los mercados de capitales. «Aunque las condiciones macroeconómicas están lejos de ser ideales, creemos que una gran empresa puede afrontar el reto y distinguirse por sí misma», ha añadido.
Tras el toque de campana, en este caso gong, protagonizado por Lei Jun, cofundador y consejero delegado de la compañía, las acciones de Xiaomi marcaron un primer precio de 16,60 dólares de Hong Kong, con una caída del 2,35%, que se fue ampliando hasta tocar los 16 dólares hongkoneses, con un retroceso del 5,88%, que la compañía logró enjugar parcialmente en el último tramo de la sesión.
«Sin la innovación de los mercados de capitales de Hong Kong, habría sido difícil para nosotros tener la oportunidad de salir a Bolsa», declaró Lei Jun, quien expresó su confianza en que en el futuro más compañías tecnológicas elegirán cotizar en esta Bolsa china.
Xiaomi decidió en junio abandonar sus planes para una salida a Bolsa dual, eligiendo dar primero el salto al parqué en la Bolsa de Hong Kong y dejar así para más adelante la emisión de Recibos de Depósitos Chinos (CDR) en el mercado continental de Shanghái, recortando así su valoración estimada a unos 45.800 millones de euros, cuando hace unos meses llegó a especularse con la cifra potencial de 85.000 millones.
El fabricante chino tiene previsto emplear un 30% de los fondos captados mediante la OPV al desarrollo de su ecosistema tecnológico, especialmente en materia de inteligencia artificial, mientras que otro 30% se destinará a I+D y otro 30% a la expansión de la compañía. El 10% restante será utilizado para financiar la actividad general del grupo.
«Pienso que en el corto plazo el precio de las acciones vendrá marcado por las condiciones del mercado. Lo que tenemos que hacer es concentrarnos en el crecimiento a largo plazo de nuestro negocio», indicó el presidente y cofundador de la compañía, Lin Bin, en declaraciones a la cadena CNBC, recogidas por Europa Press.
Por su parte, el vicepresidente de la compañía, Wang Xiang, destacaba que con su salto al parqué «Xiaomi se embarca en la siguiente etapa del viaje», subrayando que, a partir de ahora, la compañía «acelerará su expansión en más mercados de todo el mundo».
Xiaomi registró pérdidas de 928 millones en los tres primeros meses de 2018, mientras en el conjunto del pasado ejercicio contabilizó pérdidas de 5.805 millones. Sin tener en cuenta el impacto de elementos no recurrentes, logró un beneficio en el primer trimestre de 137 millones, cuando en todo el año precedente logró un resultado de 522 millones. En cuanto a los ingresos operativos, el fabricante chino de teléfonos móviles alcanzó entre enero y marzo de 2018 los 4.560 millones, cuando en el conjunto de 2017 sus ingresos sumaron un total de 97.226 millones.
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