Frente a las advertencias del Banco de España, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo sobre la necesidad de una vigilancia especial en el crédito de consumo, el presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (Asnef), Fernando Casero, rechaza que en el caso de las entidades especializadas estas operaciones se estén realizando mal, sin una adecuada gestión de los riesgos.

«El crédito de consumo está creciendo mucho, sí, pero no se está concediendo mal, porque las entidades sabemos perfectamente las consecuencias de no hacerlo bien», insiste Casero en la presentación del libro «Temas de actualidad en el crédito al consumo», editado por Asnef y Wolters Kluwer. El presidente de Asnef cree que las advertencias de los supervisores se refieren al crédito de consumo concedido por entidades no especializadas, que han ampliado esta actividad ante la «baja forma» que sigue sufriendo la financiación hipotecaria.

Honorio Ruiz, secretario general de Asnef, precisa que no tienen datos sobre un repunte de la morosidad en los créditos de consumo, considera «razonables» las tasas de crecimiento de esta actividad, y alerta sobtre las operaciones de financiación concedidas por entidades no reguladas ni supervisadas por el Banco de España.

Antonio Giraldo, vicepresidente de Asnef y presidente de su Comisión de Crédito al Consumo, subraya que las perspectivas «halagüeñas» de la financiación del consumo «atrae la atención de empresas ajenas al sector», que no se encuentran bajo la supervisión del Banco de España. Y recuerda que en España, a diferencia de otros grandes países de Europa, para desarrollar la actividad de financiación no es necesario que se preste por entidades sujetas a supervisión del Banco de España, «una situación anómala de España respecto al resto de Europa»..

Esta «gran laguna de la legislación española», como la define Honorio Ruiz, genera una competencia «desigual» entre las entidades reguladas y supervisadas y las que no lo están, en perjuicio de los clientes.

La obra de Asnef habla de «malas praxis». como «intereses exorbitados en las operaciones de microcréditos instantáneos, con evidente falta de transparencia» y que suelen afectar a «personas especialmente vulnerables y con una situación financiera complicada».

Asnef reclama que la financiación del consumo cuente con reserva de actividad, de forma que se «permita la participación de cuantos actores lo deseen, en un régimen de libre competencia y bajo las mismas reglas y que, además, se sometan a un nivel de supervisión idéntico», lo que garantiza una protección del consumidor y beneficia a la propia estabilidad del sistema financiero.

Honorio Ruiz destaca «el daño reputacional» que las entidades no controladas hacen al sector de la financiación del consumo. Y subraya que la Comisión Europea está revisando la Directiva de Crédito de Consumo, que no afecta a las operaciones menores a 200 euros, para incrementar precisamente la protección del consumidor.