La gastronomía madrileña siempre presenta novedades. Aunque en los últimos tiempos hemos observado que lo tradicional vuelve a estar de actualidad. ¡Afortunadamente! Lo de toda la vida reclama su lugar en los restaurantes del momento y se viste de modernidad respetando las raíces. El restaurante Somos (segunda planta del hotel Barceló Torre de Madrid) abandera esta tendencia con el valor añadido de que ofrece una panorámica espectacular de la Gran Vía y la Plaza de España.

El chef Rubén Vázquez, formado, entre otros, con Martín Berasategui ha ideado junto a su equipo una carta con inspiración castiza, pero que no deja de lado el sello personal del chef ni su creatividad. A las recetas de siempre en Somos se les da una pequeña vuelta, aportando matices como los ingredientes traídos de todo el mundo.

En el apartado de entrantes vas a encontrar esas raciones de bar que siempre apetecen. Además del jamón ibérico Cinco Jotas, están muy ricos y ligeros los buñuelos de bacalao con alioli de tinta de calamar. Les sigue una estupenda pata de pulpo asada con pimentón y patatas gajo, la sepia a la plancha con un refrescante aliño de cilantro, la ensaladilla de toda la vida, un salmorejo con cigalas, picadillo de huevo y jamón ibérico, el matrimonio de foie y remolacha, un tartar de ternera con flor de alcaparras o el huevo a baja temperatura con espárragos verdes de Aranjuez y mayonesa de trufa. Toda la carne la traen de Guadarrama y la calidad (en hamburguesas, solomillo, entrecot…) es muy buena.

Entre los platos principales resultan interesantes el bacalao sobre una base de suquet de pescado y el besugo con su guarnición. La cuchara es indispensable y por eso os recomiendo las verdinas estofadas con rape a baja temperatura y crujiente de morcilla. El pollo ecológico en pepitoria, las mollejas de ternera blanca con kale y pico de gallo y la paletilla de cordero confitada con maíz ahumado destacan entre las carnes. Los amantes de la pasta tienen que pedir la conchiglie rellena de rabo de toro con setas en su jugo. Todos los platos los podéis acompañar de algunos vinos de Madrid como El Regajal o Malasaña.

Si sois de los que no podéis resistiros a un buen dulce debéis probar en el postre las rosquillas sobre crema de madroño y helado de violeta (con sabor a auténtico caramelo de violeta, uno de los más ricos que he probado) y algodón de azúcar o el bizcocho de la abuela con helado de limón.

Dos consejos si pensáis visitar este restaurante:

• Si trabajáis por la zona, Somos ofrece dos menús diarios que se componen de platos fuera de carta con algún guiño a la misma y conforman dos fórmulas: uno a 22 euros, a elegir entre entrante y principal o principal y postre, y otra con los tres pasos por 29 euros.
• Si buscáis un rincón especial pedid la mesa circular (con capacidad para unos ocho/nueve comensales) que se encuentra en un reservado privilegiado del restaurante junto a grandes cristaleras panorámicas. Un espacio ideal para una celebración íntima.