Enagás obtuvo un beneficio neto de 219,8 millones de euros en el primer semestre de este año, lo que representa un 1% más que en el mismo periodo de 2017, sin tener en cuenta los efectos contables derivados de la revalorización de la planta de regasificación GNL Quintero, en Chile.

Este resultado está en línea con el objetivo establecido para el resto del año, según ha informado la compañía en un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

No obstante, incluyendo el impacto de la integración de la planta chilena, el beneficio de la gasista presidida por Antonio Llardén cayó un 18,3% en los primeros seis meses de este año.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la compañía creció un 1,7% en el primer semestre, hasta los 545,2 millones de euros, en tanto que el resultado neto (Ebit) ascendió a 360 millones de euros, con un descenso del 0,5%.

Los ingresos totales de Enagás cayeron un 0,7% en 2017 y se situaron en 683,2 millones de euros, ya que la menor contribución de ingresos regulados fue compensada parcialmente por otros ingresos de explotación no recurrentes, así como por el efecto de la norma contable NIIF 15.

Entre enero y junio, las inversiones netas ascendieron a 102,1 millones de euros. La gasista destinó la mayor parte, 84,8 millones de euros, al Trans Adriatic Pipeline (TAP), al tiempo que invirtió 13,4 millones de euros en España.

El proyecto TAP, en el que la compañía está presente con una participación del 16%, está incluido en los Proyectos de Interés Común (PCI) de la Comisión Europea y permitirá reforzar la seguridad de suministro energético del continente. En julio, el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) ha aprobado conceder financiación al proyecto por 500 millones de euros. Esta decisión se suma a la del Banco Europeo de Inversiones (BEI), que a principios de año también aprobó financiación a TAP por importe de 1.500 millones.

El endeudamiento financiero neto de la compañía en el primer semestre se situó en 4.554 millones de euros, lo que supone una reducción del 9% (454 millones de euros) respecto a los 5.008 millones registrados a cierre del ejercicio 2017. Esta cantidad incluye 655 millones de euros asociados a la deuda neta contabilizada en GNL Quintero en los seis primeros meses de este año.

La demanda de gas natural en España creció en el primer semestre un 5,9% respecto al mismo periodo del año anterior, debido, fundamentalmente, a la positiva evolución de la demanda convencional, que aumentó un 7,8% por unas temperaturas más bajas de lo habitual en los primeros meses del año, y a la buena marcha del consumo industrial, que creció un 5,4%. Actualmente, la industria representa en torno al 60% del consumo total de gas natural en España.