Las barricas de madera se utilizaron siempre para el transporte del vino, hasta que se descubrió que era un elemento perfecto para su maduración y se le encontró una segunda utilidad. En las Bodegas Luis Alegre en La Rioja, tenían un vino blanco que no llamaba nada la atención hasta que a uno de los tres propietarios de la bodega, Alex Simó, se le ocurrió ponerlo a reposar en unas barricas de roble francés. El resultado de pasar por la madera ha convertido a ese blanco en uno de los más apreciados de la zona, de ahí la importancia de dónde reposen esos caldos.

En Bodegas Luis Alegre son auténticos alquimistas de la madera, siendo un elemento protagonista, junto con la materia prima, en la elaboración y crianza de sus vinos. De ahí que hasta seleccionen a pie de bosque los robles que quieren que se empleen en la tonelería para elaborar sus barricas. Gracias a Dios, en Francia los bosques no arden porque ya se encarga la gente de cuidarlos y de que eso no ocurra, excepto si el incendio es por causas naturales. Los bosques son públicos y la gente de la zona vive de ellos, por eso son los primeros interesados en mimarlos. Alex Simó, director gerente de bodegas Luis Alegre, se desplaza varias veces al año a distintas regiones de Francia para supervisar, la tala, el secado y el grosor de las duelas y hasta el tostado concreto, según sea el vino que piensa madurar en las barricas, ellos hacen una auténtica ‘crianza de precisión’. Este término, acuñado por ellos se refiere al control integral del proceso de crianza, haciéndose una selección de la madera desde que el roble está en el bosque. El pasado tonelero de Álex Simó, así como su continua investigación en esta materia, facilita mucho el proceso.

El vino y la madera han estado siempre estrechamente relacionados. Adquieren el tronco en el mismo bosque y éste pasa al aserradero donde se transforma en “duelas brutas” o “tablones” que se ubican en el parque de secado al aire libre, ahí permanecen durante tres años. Durante este tiempo, se reducen los taninos amargos, gracias al agua de lluvia que favorece la lixiviación junto al agua de riego que se aplica en la estación seca, la degradación por el sol y el propio aire. A su vez, el hecho de que la madera de roble sea rica en azúcares, provoca que se convierta en “objetivo” de los hongos que también se alimenta de taninos. Una capa “grisácea” de hongos aerobasidium cubre las duelas brutas. Uniendo estos pasos, se logran unas maderas extraordinariamente finas, no invasivas en el vino, con un tanino elegante y un aporte aromático perfecto. Después, se lleva a cabo la construcción de las barricas en la que se presta mucha atención a la fase de tostado en la que se generan los aromas del roble que se incorporan al vino durante la crianza en barrica: vainillas, lactonas o eugenol.

La madera de roble aporta taninos que alargan la vida del vino, favorece la entrada de oxígeno en dosis bajas entre las duelas, lo que permite que se lleven a cabo una serie de reacciones químicas por las cuales se modifica la estabilidad y el perfil organoléptico del vino. Además, añade compuestos derivados de la propia madera y del proceso de elaboración de la barrica (secado y tostado), lo que aumenta la complejidad en los vinos. En muchas ocasiones no se da a la madera la importancia que tiene. Pero lo que está claro es que resulta imprescindible llevar a cabo una selección exhaustiva en el bosque, en función del tipo de madera que se quiera para cada vino, un control en las características de las duelas, un proceso de secado absolutamente controlado, un tostado determinado en cuanto al tiempo y la temperatura en función de las características que tenga el vino que se criará en esa barrica. En Bodegas Luis Alegre trabajan siempre con tonelerías que son propietarias del aserradero donde se procesa el ‘tronco’ adquirido porque tienen acceso al bosque y, además, mantienen una fluida relación con la ONF (Organización Nacional de Bosques). De esta forma se garantiza la trazabilidad total de las barricas o, lo que es lo mismo, el conjunto de medidas, acciones y procedimientos que permiten registrar e identificar un producto desde su origen hasta su destino final.