No era un discurso de despedida aunque había una despedida en el discurso, dijo el presidente Rodríguez Zapatero al terminar su último debate sobre el estado de la nación y abandonar el Congreso en compañía de su esposa Sonsoles Espinosa, que se tragó el debate acompañada de su suegro, Juan Rodríguez, y de su cuñado y hermano mayor del presidente, que también se llama Juan. Las últimas palabras de Zapatero para cerrar el debate fueron de agradecimiento a los elogios de su amigo personal y portavoz socialista, José Antonio Alonso. “Al grupo socialista, dos palabras nada más: gratitud y orgullo, mucho orgullo de vosotros”.

La impresión generalizada es que Zapatero agotará la legislatura y no adelantará las elecciones a noviembre como le pidieron una vez más el líder del PP, Mariano Rajoy, y el portavoz de CiU, Josep Antoni Durán i Lleida. Los nacionalistas vascos consideran difícil aprobar los presupuestos del año que viene, si bien el Gobierno puede establecer el techo de gasto por decreto y prorrogar los del presente ejercicio.

El balance del debate fue pobrísimo, en extraña consonancia con un país empobrecido. El principal anuncio del presidente consistió en declarar “inembargables” las viviendas de aquellas personas que tengan unos ingresos mensuales netos inferiores a 961 euros, lo que supone elevar un 50% el tope de 641 euros, que es la medida actual, basada en el salario mínimo interprofesional. Además se aplicará un 30% por cada hijo que habite en la vivienda.

Aunque ningún grupo rechaza la medida, desde alguna entidad bancaria la califican de “populista”. Desde el comienzo de la crisis, en 2008, las entidades han ejecutado unas 300.000 hipotecas y se estima que una cifra equivalente de propietarios de viviendas tendría dificultades para satisfacer los plazos.

Con su anuncio, Zapatero se anticipó a las conclusiones de la subcomisión parlamentaria creada para estudiar el problema. El rechazo de los desahucios y la búsqueda de soluciones a las personas que por haber perdido el empleo no pueden pagar las hipotecas es una de las principales reivindicaciones del movimiento del 15M. Entre las resoluciones derivadas del debate que se votarán hoy, el PP propone recuperar la desgravación en renta por el pago de hipotecas.

Zapatero, que también anunció una línea de crédito ICO para que los ayuntamientos puedan pagar sus facturas y aseguró que recuperará la revalorización automática de las pensiones, evitó debatir con Rosa Díez el retroceso que supone en la lucha contra el terrorismo la presencia de Bildu en las instituciones. El presidente reiteró que el Gobierno se mantendrá “vigilante” para hacer que la coalición abertzale vasca cumpla las leyes. De momento, ante la declaración conocida ayer de San Sebastián como Ciudad Europea de la Cultura, el alcalde socialista de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, le pidió que “no tramite el expediente”, pero los miembros del Ejecutivo guardaron un cauto silencio.