El acuerdo entre ambas empresas expiraba así poco antes de la medianoche del miércoles al jueves sin que China hubiese dado su visto bueno a la operación, que ya había sido autorizada anteriormente por los reguladores de otras ocho jurisdicciones.

De este modo, según los términos del acuerdo suscrito entre las dos empresas, Qualcomm River Holdings, filial de Qualcomm, abonará una indemnización de 2.000 millones de dólares a NXP como compensación por el fracaso de la transacción.

El descarrilamiento de la compra se produce después de que el pasado mes de marzo el presidente estadounidense, Donald Trump, vetase la compra del fabricante estadounidense por parte de su rival singapurense Broadcom al considerar que representaba una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos.

Por otro lado, el fabricante estadounidense ha anunciado el lanzamiento de un programa de recompra de acciones propias de 30.000 millones que reemplazará el actual plan de 10.000 millones y que se desarrollará en gran medida antes del cierre del ejercicio fiscal de 2019.

Qualcomm registró pérdidas de 4.371 millones en los nueve primeros meses de su año fiscal, frente al beneficio neto atribuido de 2.297 millones del mismo periodo del ejercicio precedente, mientras que sus ventas aumentaron un 3,3%, hasta 16.928 millones. En el tercer trimestre de su año fiscal, obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.219 millones, cifra que supone una mejora interanual del 40,8%, mientras su facturación aumentó un 4,2%, hasta 5.599 millones.