Enel obtuvo un beneficio neto de 2.020 millones de euros en el primer semestre del año, lo que representa un incremento del 9,4% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, informó la compañía.

El beneficio ordinario del grupo, principal accionista de la española Endesa, ascendió a 1.892 millones de euros, lo que supone un 4,6% más que en el primer semestre de 2017.

Los ingresos de la energética italiana a cierre de junio alcanzaron los 36.027 millones de euros, con una ligera caída del 0,8%, motivada especialmente por el efecto negativo del tipo de cambio, principalmente en Sudámerica, que se vio compensado en parte por un aumento de los ingresos en renovables, en distribución en Brasil y Argentina y a la nueva línea de negocio Enel X.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) en el primer semestre se situó en los 7.857 millones de euros, con un incremento del 2,3%, lo que refleja, destacó el grupo, el crecimiento orgánico de las energías renovables, los aumentos de las tarifas de distribución en Argentina y España y la mejora en los márgenes de los clientes finales en España y Rumanía.

El consejero delegado de Enel, Francesco Starace, consideró que el grupo logró unos resultados financieros «sólidos» en la primera mitad de 2018, destacando el crecimiento del Ebitda impulsado por las energías renovables.

Asimismo, valoró las adquisiciones en el periodo de la distribuidora brasileña Eletropaulo, ganada en puja con Neoenergia (Iberdrola), y de una participación en Ufinet International.

De cara a la segunda mitad del año, Starace destacó que el grupo seguirá enfocado en el crecimiento industrial, la inversión en renovables, infraestructura y redes, así como la eficiencia operativa.

Además, consideró que el «sólido» resultado del primer semestre permite al grupo confirmar sus objetivos para el conjunto del ejercicio 2018.

La deuda financiera del grupo transalpino a cierre de junio se situaba en los 41.594 millones de euros, lo que supone un incremento del 11,2% respecto al cierre del año pasado.