ABN Amro recortará 250 empleos en su división de banca corporativa para ser más rentable.

Entre enero y junio, la cifra de negocio operativa de la entidad holandesa alcanzó los 4.617 millones, situándose un 2,5% por debajo del dato del año pasado, mientras que los gastos de explotación cayeron un 4% interanual, hasta 2.609 millones. Los ingresos por intereses netos sumaron 3.327 millones, un 4,1% más que en el mismo periodo de 2017, mientras que los ingresos por comisiones bajaron un 3,6%, hasta 856 millones.

Al cierre del segundo trimestre, la ratio de capital básico CET1 era del 18,3%, lo que supone una mejora de 80 puntos básicos respecto del 17,5% del primer trimestre.

En el segundo trimestre, ABN Amro obtuvo un beneficio neto atribuido de 664 millones, lo que representa una caída interanual del 29,2%, mientras que sus ingresos por operaciones disminuyeron un 8,2%, hasta 2.288 millones.

Por otro lado, el banco holandés informó de que suprimirá 250 puestos de trabajo a tiempo completo en su negocio de banca corporativa e institucional (CIB) con el fin de mejorar su rentabilidad. Espera reducir la base de costes de esta división en 80 millones mediante el ajuste de plantilla y otras medidas de ahorro, asumiendo un impacto negativo extraordinario de 50 millones por costes de reestructuración. «CIB en su conjunto no cumple los objetivos de rentabilidad sobre recursos propios (RoE) del grupo», declaró el consejero delegado, Kees van Dijkhuizen.

Al cierre del segundo trimestre, la plantilla de ABN Amro contaba con 19.215 efectivos a tiempo completo, frente a los 19.954 del año pasado.