Las ventas netas de Adidas entre enero y junio alcanzaron los 10.809 millones, un 3,1% más que un año antes, con un crecimiento del 1,8% en Europa Occidental, hasta 3.023 millones, mientras que en Norteamérica sus ingresos crecieron un 6%, hasta 2.122 millones. Asimismo, en Asia Pacífico crecieron un 10,6%, hasta 3.582 millones, mientras que en Latinoamérica sumaron 847 millones, un 5,4% menos.

El margen bruto de la compañía de las tres bandas mejoró en el primer semestre de 2018 al 51,7% desde el 49,9% del año anterior como consecuencia del efecto positivo de los precios, que compensó sobradamente el impacto negativo del tipo de cambio y los mayores costes de los insumos.

En el segundo trimestre, el fabricante alemán obtuvo un beneficio neto atribuido de 396 millones, cifra que representa una mejora del 150,6% en comparación con el resultado del mismo periodo de 2017, mientras que las ventas sumaron 5.261 millones, un 4,4% más.

Los gastos operativos como porcentaje de sus ventas aumentaron hasta el 43% desde el 41,1% del año pasado, como consecuencia principalmente de los significativamente mayores gastos de marketing, que aumentaron un 14% en el segundo trimestre, reflejando actividades relacionadas con el Mundial de Rusia 2018.

«Hemos registrado un nuevo fuerte trimestre sobre la base de una exitosa activación de la Copa del Mundo», declaró el consejero delegado, Kasper Rorsted, destacando que el crecimiento vino nuevamente provocado por el enfoque estratégico en áreas como Norteamérica, China y el comercio electrónico.

El máximo ejecutivo de Adidas subrayó que la firma alemana está en camino de alcanzar sus objetivos para el conjunto del ejercicio 2018 y más a largo plazo sus metas hasta 2020. De este modo, reiteró su expectativa de incrementar sus ventas anuales a un ritmo del 10% sin tener en cuenta el efecto del tipo de cambio, gracias al crecimiento de doble dígito esperado en Norteamérica y Asia Pacífico, mientras que confía en aumentar su margen bruto en tres décimas porcentuales, hasta el 50,7%, logrando un beneficio neto de negocios corrientes de entre 1.615 y 1.675 millones, lo que representaría una mejora de entre el 13% y el 17%.

Por otro lado, la multinacional ha reconocido de forma retroactiva un deterioro de los activos intangibles de la marca Reebok en 2016 con un alcance que se sitúa en la mitad del rango de una cifra de millones de euros de tres dígitos. El deterioro de activos se ha reflejado ex post en la apertura de su balance 2017, señalando que este ajuste retrospectivo no tiene impacto en la posición de liquidez de la empresa. Asimismo, ha señalando que este ajuste no afecta a las declaraciones de ingresos y flujo de caja correspondientes a 2018, así como tampoco a sus proyecciones a corto y largo plazo.

En declaraciones a la cadena estadounidense CNBC, recogidas por Europa Press, el consejero delegado de Adidas ha expresado su confianza en que Reebok volverá a ofrecer cifras positivas para 2020. «Tenemos mucha confianza en que vamos a devolver a Reebok a números negros para 2020, ese ha sido el objetivo primario», dijo Rorsted.