La compañía alemana de suministro energético RWE ganó 683 millones de euros en los seis primeros meses del año, lo que representa una caída del 22,6% en comparación con el beneficio neto ajustado del mismo periodo de 2017, según informó la compañía, que el pasado mes de marzo pactó con su competidora E.On un intercambio de activos que supondrá una profunda restructuración del sector en Alemania.

La ‘utility’ alemana precisó que sus resultados consolidados ofrecen un valor informativo «limitado» como consecuencia del impacto de la transacción con E.On. En este sentido, el beneficio neto atribuido de RWE cayó un 93,9% en la primera mitad de 2018, hasta 162 millones.

Los ingresos de RWE entre enero y junio alcanzaron los 6.827 millones de euros, un 8,6% menos que un año antes, mientras que el Ebitda ajustado de la compañía bajó un 21,4%, hasta 1.100 millones.

En el segundo trimestre, la compañía germana registró pérdidas de 458 millones de euros, frente al beneficio neto atribuido de 1.723 millones en el mismo periodo de 2017, mientras que sus ingresos bajaron un 11%, hasta 2.805 millones.

«Hemos logrado nuestros objetivos operativos en la primera mitad del año y, de esta manera, estamos en el camino adecuado para el resto del ejercicio», declaró Rolf Martin Schmitz, consejero delegado de RWE, quien apuntó que la transacción con E.On «está progresando bien».