El rebote en Bolsa del viernes no ha tenido continuación. Los inversores desconfían del futuro de Atlantia que ha entrado en una crisis difícil de cuantificar en la actualidad. Primero es necesario conocer las medidas que adoptará el Ejecutivo de Roma: si opta por retirar concesiones de autopistas en Italia o si prefiere aprobar únicamente la multa más elevada posible por la tragedia sucedida en Génova. Pero también es factible que sea una combinación de ambas, y, aunque la empresa controlada por la familia Benetton recurra las decisiones del Gobierno, las sombras del impacto las tiene aseguradas, según los expertos.
Pero todo apunta a que, al menos, revocará las concesiones, proceso que ya ha comenzado. Además se tendrá que enfrentar a indemnizaciones millonarias por los fallecidos y heridos.
Y las implicaciones financieras y bursátiles se han mostrado desde el mismo día del derrumbe del puente, si bien el fin de este proceso no es visible ni para Standard & Poor´s y ni para Moody´s, como tampoco para las decenas de analistas internacionales que chequean las derivas en el grupo italiano, así como en Abertis, la concesionaria española que Atlantia ha adquirido junto a ACS-Hochtief.
Quizá en el tema que más inciden es en la situación de los bonos cotizados, a los que ahora se les reclama una rentabilidad difícil de sostener, aunque el mayor riesgo es que el cambio en la situación del emisor -por ejemplo, en caso que se le rebaje en rating- propicie una venta masiva a la que Atlantia no pueda hacer frente. Moody´s ya ha advertido que revisará a la baja su calificación si el Gobierno italiano adopta medidas drásticas sobre la matriz o sus filiales.
El efecto dominó llega a la operación más relevante, además de reciente, realizada por el grupo transalpino: la compra de Abertis, que ha supuesto la suscripción de un préstamo, junto con Hochtief-ACS, por 10.000 millones de euros con más de 20 entidades financieras. Pese a que la operación tiene una difícil marcha atrás, una vez ha acabado la opa, sí podría suponer que algunas de las cláusulas de los créditos se activasen, lo que se traduciría en unas condiciones más duras para los compradores. No obstante, la compra de Abertis puede ser una tabla de salvación para Atlantia en la medida que diversifica sus ingresos por áreas geográficas.
Hochtief, filial alemana de ACS que es el vehículo a través del que se ha materializado la toma de control de Abertis, tiene ahora que traspasar a una nueva sociedad las participaciones de la concesionaria según lo pactado. Y también está sufriendo un castigo en la Bolsa alemana donde cotiza.
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