Sin que todavía, según los analistas, se haya reflejado en su totalidad en la evolución del valor en Bolsa el efecto del conjunto y cada una de las novedades que surgen en el entorno de Atlantia, la empresa concesionaria y de infraestructuras marca mínimos desde octubre de 2014. Desde que se produjese la caída del puente Morandi de Génova, causando 43 muertos, los inversores muestran dudas a las implicaciones legales y financieras en el grupo transalpino. Cotiza ahora en el entorno de los 18 euros, frente a los 28 euros de junio de este año.

Las dudas se centran, en primer lugar, en las medidas que tomará el Gobierno italiano respecto a la concesión que mantiene su filial Autoestrade o sí, incluso, una posible revocación podría afectar también a otros activos. El Ejecutivo de Roma, según medios italianos, está dividido en relación al plan que debe aprobar -desde la nacionalización de algunos activos a la intervención, más o menos estricta-. Cualquiera de estas posibilidades afectará al valor, si bien no se considera probable una vuelta atrás de la privatización, pese a que el actual Gobierno hay criticado en los últimos días las formas y las consecuencias de la venta de la concesionaria.

En esta línea, el consejo de administración de Atlantia analizó este miércoles las posibilidades a las que se enfrenta, para alcanzar conclusiones sobre el impacto que podrían tener en las acciones del grupo. El objetivo, se añade, es proporcionar la mejor protección posible para sus accionistas.

Para el Gobierno, el fondo ofrecido por la compañía es «muy modesto» -500 millones de euros- , aunque se trate de una cifra para sufragar los «gastos inmediatos» de las víctimas del derrumbe cel pasado 14 de agosto, mientra que trabaja en las posibles sanciones que podrían imponerse a la compañía. «Llevo el expediente en mi bolsa y ha estado acompañándome los últimos días», ha manifestado el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, en una entrevista con Il corriere della Sera.