Cuando a las nueve de la mañana se abra el mercado bursátil las acciones de CaixaBank empezarán a cotizar llevando dentro de ellas todo el negocio financiero de la Caixa, las participaciones en entidades financieras extranjeras (China, México, Polonia, Portugal y Francia) y las de Telefónica y Repsol.

No se trata de una salida a Bolsa tradicional sino del cambio en una empresa, que tenía determinados activos y que ahora conserva algunos de ellos pero que, fundamentalmente, incorpora el negocio financiero de la hasta ahora primera caja de ahorros española con la mayor red de oficinas existente y el mayor número de clientes en España. Al cierre del mercado de ayer jueves las acciones de Criteria se colocaron en 4,813 euros. Ese es el precio al que empezarán a hacerlo las de CaixaBank.

La creación del primer banco de las cajas de ahorros viene de lejos. Hace doce años, cuando Isidro Fainé fue nombrado director general de la Caixa, para varios años después acceder a la presidencia de la misma, ya empezó a desarrollar la idea de crear una entidad financiera que le permitiera obtener recursos del merado con los que ir financiando la expansión de la entidad.

La Caixa, como todas las cajas de ahorros, solo podía aumentar sus recursos propios a través de las reservas generadas a partir de los beneficios no repartidos por la vía de la obra social. En el caso de la caja eran elevados, pero insuficientes, para llevar a cabo el proyecto que tenían. E intentaron otras vías como las financiaciones subordinadas o preferentes, que también computan como recursos propios, o mediante la adquisición de bancos que, en algún momento, podrían haber permitido apelar a los mercados en busca de nuevas fuentes de financiación.

En cualquier caso estas vías no dieron los resultados esperados y por eso en 2007 pusieron en marcha la salida a bolsa de Criteria, donde se concentraron las participaciones industriales y los paquetes de acciones de bancos radicados en terceros países. Se trataba de un conglomerado industrial y financiero, con un mayor peso del primero, aunque desde el principio señalaron que el objetivo era invertir la proporción de forma que en un plazo no superior a los cinco años la pata financiera superara claramente a la industrial.

En los cuatro años de existencia de Criteria se fue caminando en ese proceso mediante la venta, total o parcial, de algunas de las participaciones empresariales y la incorporación de más participaciones financieras.

Hasta que la crisis financiera, y la modificación del marco jurídico de las cajas de ahorros se modificó como consecuencia de ella, abriendo la posibilidad de que el negocio financiero de las cajas fuera trasladado a un banco con el objetivo de que éste pudiera acudir a los mercados en busca de los recursos propios que necesitara para hacer frente a la situación y a sus planes de desarrollo futuro.

La Caixa fue la primera entidad de ahorros que anunció su plan para colocar su negocio financiero en un  banco en una compleja operación que tenía varias fases: traspasar el negocio financiero a una ficha bancaria que ya era propiedad de la Caixa, MicroBank; dejar en la Caixa los activos inmobiliarios para que el nuevo banco no estuviera contaminado por la crisis de la construcción; traspasar esa banco a Criteria a cambio de una parte de las participaciones industriales y de una cantidad de acciones de nueva creación de Criteria para compensar el canje; incorporar al activo del nuevo banco las participaciones en Telefónica y Repsol, así como las de las entidades financieras del exterior, que estaban en Criteria, y, finalmente, cambiar la denominación de Criteria, que es la empresa que cotiza en bolsa, por CaixaBank, al ser éste el titular de todo lo que antes estaba contenido en Criteria.

CaixaBank empieza a cotizar con un accionista principal, la Caixa, que tiene el 81% del capital, y más de 300.000 accionistas individuales que detentan algo más del 18% del mismo. Puede considerarse un volumen de acciones relativamente pequeño en el mercado pero en el plazo de tres años debe aumentar al convertirse obligatoriamente unos emitidos recientemente por Criteria por valor de 1.700 millones de euros. La conversión del 50% tendrá lugar dentro de 18 meses y el resto en año y medio después. Mientras tanto, los bonos darán una rentabilidad del 7% anual. Los bonos fueron suscritos por 300.000 inversores.

El inicio de cotización de CaixaBank en el Ibex35 supone un mayor peso del sector financiero en la composición global del índice español ya que al tiempo que aumenta el número, y la importancia, de las empresas financieras en el índice disminuye, en la misma proporción, el del resto de sectores ya que hasta ahora Criteria no estaba considerada una empresa financiera. En cualquier caso, señalan fuentes de la bolsa, el grado de ‘bancarización’ del Ibex, aunque crece, no alcanza los porcentajes que tenía en los años ochenta cuando existían los siete grandes bancos. Ni ahora ni cuando Bankia empiece a cotizar en la segunda mitad de julio.