CaixaBank es la suma del negocio financiero que hasta ahora venía desarrollando la Caixa, más el negocio asegurador del grupo y las participaciones en Telefónica y Repsol más participaciones en bancos de terceros países. La Caixa, como tal, está compuesta en la actualidad por la obra social que mantiene, las acciones que posee de CaixaBank, el 81%, y CaixaHolding, donde se agrupan las demás participaciones industriales y todo el negocio inmobiliario del grupo.

El presidente del grupo destacó como la idea de acabar teniendo en el mismo un banco que pudiera acudir a los mercados en busca de recursos se empezó a gestar hace doce años y como se dio un primer gran paso con la creación de Criteria, que agrupaba las participaciones industriales del grupo y las participaciones en bancos extranjeros y su salida a bolsa que permitió “que muchos clientes de la Caixa fueran accionistas de la entidad”, aunque fuera de manera indirecta.

En su intervención en la Bolsa de Madrid, Fainé destacó los valores fundamentales del grupo que preside centrados en potenciar al máximo la obra social, que a partir de ahora se nutrirá de los propios beneficios de la Caixa, de los de CaixaHolding y de los que le correspondan de CaixaBank, y en mantener una línea de actuación basada en lo que él denomina ‘capitalismo justo y solidario’.

CaixaBank mantendrá “una política sostenida de buenos dividendos”, como ha venido haciendo hasta ahora Criteria, “porque nuestros accionistas saben muy bien que la bolsa unas veces sube y otras baja” pero que la rentabilidad por dividendo es algo que tratan de cuidar al máximo.

CaixaBank ha nacido con 365.000 accionistas individuales a los que habrá que sumar aproximadamente otros 270.000 cuando se conviertan en acciones los bonos obligatoriamente convertibles que se emitieron hace unas semanas.

CaixaBank cuenta con más 10,5 millones de clientes y una red de oficinas superior a las 5,200. El volumen total de negocio bancario asciende a casi 430.000 millones de euros y tiene una morosidad del 3,95%, muy inferior a la media del sector financiero que supera el 6%. La cobertura es del 65%. El valor contable de la entidad es de 20.700 millones de euros.

Fainé no quiso entrar a valorar los precios a los que parece pueden salir a cotizar los otros dos bancos de cajas que lo harán próximamente señalando que no se sabe todavía cuál será ese precio y que en todo caso todas las entidades financieras europeas cotizan en la actualidad por debajo de su valor en libros por lo que no es de extrañar que las nuevas incorporaciones lo hagan con un descuento sobre ese valor.

En su intervención reiteró el compromiso de la Caixa por mantener sus participaciones industriales relevantes que ayudan a “mantener los centros de decisión de esas compañías en el territorio nacional”. Es la manera de defenderse de los intentos de los reguladores internacionales por penalizar la posesión de paquetes de acciones de compañías no financieras. Al tiempo pareció asumir que en las pruebas de stress que se harán próximamente las provisiones genéricas no computarán como recursos propios de las entidades españolas, el colchón que ha permitido a muchas entidades sortear la crisis sin tener que recurrir a ayudas públicas.