La justicia es independiente, en España hay separación de poderes o que la fiscalía actua “con absoluta autonomía y solamente al servicio del principio de legalidad” (en palabras de la fiscal general María José Segarra) Estas frases las hemos oído hasta la saciedad por parte tanto de los responsables de la judicatura como de los partidos que los han nombrado. En una reacción cooperativista todos cierran filas. Curiosamente las únicas voces discrepantes dentro de la judicatura provienen de altos cargos de la justicia que actualmente están jubilados. Los demás cierran filas con sus superiores acaso por temor a represalias.

La mujer del César quizás sea igual que sea honesta, basta con que lo aparente y en el tema judicial son muchos los que esta honestidad es más que cuestionada por mucho que ellos proclamen el buen hacer de su trabajo.

Siempre han dicho que las sentencias no se discuten, se acatan o se recurren. Pero mira por donde, el presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes se quejó amargamente de las resoluciones de tribunales europeos contra las decisiones de la justicia española. Hacía referencia a las causas abiertas en Bélgica y Alemania con los políticos exiliados descalificando las decisiones de sus tribunales y evitando reclamar para ellos el mismo respeto que pide para las decisiones de la justicia española y acusándolos de”interpretar de forma unilateral conceptos jurídicos autónomos del denominado espacio europeo de libertad, seguridad y justicia”.

Parece claro que la cúpula judicial y los políticos que los han nombrado tienen dos varas de medir según sople el viento.