España recicla o reutiliza un 43,3% de sus residuos sólidos urbanos (RSU), un 8,7% por debajo de la media de los países de la UE. El 56,7% de los RSU españoles se traslada a los vertederos, según el estudio Gestión de Residuos y Economía Circular publicado por EAE Business School.

La Unión Europea establece la minimización, la reutilización y el reciclaje de residuos como acciones prioritarias frente al depósito en vertederos. De hecho, varios países como Alemania, Bélgica, Países Bajos y Suiza están eliminando prácticamente este depósito en vertederos. La tendencia europea contrasta con la forma de tratar los residuos en España, donde sólo se realiza una valorización energética del 13,5% de estos RSU, el 18,3% es reciclado y el 11,5% se usa para compostaje y digestión.

Andalucía, Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana son las comunidades autónomas que más residuos generan, según el informe. Cantabria, Navarra y La Rioja son las que menos. Los extremeños son los que más han aumentado su producción de residuos mientras que en País Vasco, Andalucía, Cataluña, La Rioja y Madrid, han disminuido.

Crece la generación mundial de residuos

El informe recoge cifras sobre la situación de la gestión de residuos en todo el mundo, en la Unión Europea, en España y en las Comunidades Autónomas. Los datos confirman que la generación mundial de RSU continúa creciendo. En 2010  se contabilizaron unos 1.300 millones de toneladas por año y se espera que en 2025 esta cifra se eleve hasta los 2.200 millones de toneladas anuales.

Las aplicaciones del plástico y su presencia en muchos sectores, desde el embalaje a la electrónica pasando por construcción, transporte o cuidado de la salud, hace que la producción mundial de plástico se haya disparado y parece que así va a continuar. Las previsiones estiman que se duplicará en 20 años y casi se cuadruplicará en 2050. El informe advierte de que sólo el 14% se recupera. Sin embargo, si se aplicará la economía circular, como proponen los autores, se podría generar un ahorro cercano a los 6 millones de toneladas de materiales que generaría una oportunidad económica de unos 9.000 millones de dólares.

Respecto a los residuos procedentes de productos eléctricos y electrónicos, el informe calcula que superarán los 52 millones de toneladas métricas en 2021. Los nuevos modelos económicos que fomentan el consumo y la obsolescencia programada disparan las cifras y convierten en poco tiempo a los productos existentes en no deseables por motivos funcionales o psicológicos.

El informe de EAE Business School propone la filosofía Lean Management que favorece el rendimiento evitando el despilfarro. Según explican sus autores, esta herramienta busca una mejora de los procesos de producción eliminando las grandes causas de desperdicio, como la sobreproducción, la pérdida de tiempo, los defectos de producción, el inventario y el movimiento, transporte y procesos innecesarios.

Entre los objetivos prioritarios fijados por el Parlamento Europeo para la gestión de los RSU se incluye la preparación para su reutilización y el reciclado del 65% de los residuos municipales, así como la limitación gradual de los vertidos de residuos municipales al 10% hasta 2030. Para alcanzar estos objetivos, el informe de EAE propone el uso de Sistemas de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) y los Sistemas Integrados de Gestión (SIG). Este último es un sistema colectivo bajo la fórmula de la responsabilidad compartida entre empresas, administraciones y ciudadanos, como Ecoembres, Ecovidrio, Sigfito o Sigre. En el SDDR el consumidor paga anticipadamente por cada envase adquirido y cuando lo retorna se le devuelve el importe pagado. Alemania, Países Bajos o Finlandia ya han implantado este sistema en más de un 90%. En España, las botellas de vidrio del sector del vino no se reutilizan en ninguno de sus canales de distribución.