El escrutinio de la demandante en el caso de agresión sexual contra el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn se intensificó el sábado después de más revelaciones sobre su comportamiento tras la supuesta agresión el 14 de marzo.

Un juez liberó el viernes a Strauss-Kahn del arresto domiciliario y retiró las estrictas condiciones de fianza después de que los fiscales descubrieran un patrón de mentiras en su denunciante, aunque siguen en pie las graves acusaciones de agresión sexual e intento de violación contra quien estuvo considerado uno de los favoritos entre los candidatos presidenciales franceses.

Un nuevo informe dice que la mujer de 32 años, empleada del hotel, habló de la posibilidad de obtener beneficios económicos por el incidente.

En una conversación telefónica con su novio, quien está detenido en una cárcel de Arizona bajo sospecha de poseer 180 kilogramos de marihuana, ella dijo que se podía sacar dinero de Strauss-Kahn, contó a Reuters el sábado una fuente policial cercana a la investigación. La llamada fue grabada, y la mujer indicó a su novio que estaba bien y que no se preocupara por ella, informó la fuente.

The New York Times citó a un importante funcionario de la ley diciendo: «Ella hace comentarios del tipo ‘No te preocupes, este tipo tiene mucho dinero. Sé lo que estoy haciendo'».

El viernes, los fiscales dijeron que la acusadora mintió sobre haber sido violada en Guinea para pedir una solicitud de asilo en Estados Unidos y cambió detalles del relato de lo que hizo después del incidente en la suite del hotel de lujo en que se alojaba Straus-Kahn.

Mientras la versión de la mujer se desacredita, la de Strauss-Kahn se ha recuperado. Algunos en Francia están hablando de un retorno político, aunque quizás no para desafiar al presidente Nicolas Sarkozy en 2012.

Los fiscales no han desestimado el caso, y los cargos por agresión sexual Kahn se mantienen, pero las revelaciones han dejado a los fiscales con problemas para mantener un caso con una testigo central cuya credibilidad sería atacada por los abogados de la defensa de Strauss-Kahn si el caso avanzara.

Los investigadores habían presentado a la mujer como una musulmana devota que de inmediato informó de que Strauss-Kahn, administrador de la economía mundial y miembro de la élite francesa, salió desnudo del baño y la obligó a practicarle sexo oral.