El índice elaborado por el IFO ha caído a 103,7 puntos desde los 103,9 del mes anterior debido a la «creciente incertidumbre».

«Las evaluaciones de las empresas sobre la situación actual se deterioraron marginalmente, pero se mantuvieron en un nivel alto», ha subrayado el presidente del IFO, Clements Fuest, destacando que las compañías han rebajado sus expectativas comerciales en el noveno mes del año. «A pesar de la creciente incertidumbre, la economía alemana sigue siendo sólida», ha añadido Fuest.

En este sentido, los empresarios alemanes rebajaron en septiembre su valoración de la presente coyuntura económica que, según el subíndice correspondiente, descendió a 106,4 puntos desde los 106,5 de agosto, mientras que las expectativas cayeron a 101 puntos, frente a los 101,3 del mes anterior.

La lectura de septiembre se debe, según el economista jefe de ING Carstein Brzeski, a las «crecientes discrepancias» entre los riesgos políticos externos e internos y los «sólidos fundamentos económicos». «El impacto potencial de una guerra comercial no es nada nuevo, sin embargo, el impacto potencial de las continuas tensiones políticas internas e, incluso, la caída del Gobierno, sí lo es», ha indicado Brzeski.