El tiempo es el mayor enemigo de la eficacia en la recuperación de deudas. Sin embargo, sólo el 14% de las empresas españolas inicia acciones de recobro al vencimiento de la factura, según el Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España que impulsan Crédito y Caución, Iberinform y el IE Business School. Se trata del porcentaje más bajo de la serie histórica, un indicativo de que las empresas están retrasando el inicio de las acciones de recobro para no deteriorar la relación comercial.

El retraso en las acciones de recobro implica un deterioro en la efectividad de estas medidas. A pesar de ello, las empresas aplican una gran flexibilidad de los plazos de cobro, como parte de la relación comercial con sus clientes. El 37% de las empresas, un porcentaje muy estable desde 2012, permite a sus clientes retrasos en pagos de más de 90 días antes de considerar un crédito moroso.

Cuando se inician las acciones de recobro, la inmensa mayoría de las empresas renuncia al cobro de intereses de demora. El 57% de las empresas, el porcentaje más alto de la serie histórica, no los aplica nunca y sólo el 6%, el más bajo de la serie, es sistemático a la hora de ejercer su derecho. De entre las empresas que aplica los intereses de demora, el 95% reclama por debajo de los que le corresponden legalmente.

El estudio muestra que el porcentaje de uso de recobro a través de personajes disfrazados para provocar la notoriedad social del moroso no alcanza el 1%. El uso de proveedores que se limitan al recobro telefónico también es muy reducido. La efectividad de la externalización del recobro se concentra en el seguro de Crédito, los despachos de abogados o los proveedores integrales que, además de la fase amistosa, cubren la posible fase procesal.