OHL registró una pérdida neta de 843 millones de euros en el primer semestre del año. Se trata de un impacto por la venta de la división de concesiones de 550,5 millones que la compañía participada por el grupo Villar Mir tiene que incluir en la cuenta de resultados por las reservas por tipo de cambio de divisas que generó. Sus cuentas semestrales también se vieron afectadas por el ERE que acometió a comienzos de año, por pérdidas derivadas de las obras internacionales fallidas y por minusvalías de desinversiones.
De esta forma, la compañía que preside Juan Villar Mir ahonda en los números rojos con que ya cerró los dos últimos ejercicios, los de 2016 y 2017.
No obstante, OHL asegura que, en caso de descontar el efecto del ajuste contable por la desinversión en concesiones, sus pérdidas se reducirían a 117,5 millones y serían un 13,3% inferiores a las del año anterior si también se restan de ellas impactos extraordinarios. En el lado opuesto, la venta de la división de concesiones permitió a la compañía liquidar prácticamente toda su deuda y situarse, por vez primera en la historia de la empresa, con una caja neta positiva de 617 millones.
En el plano operativo, el grupo redujo un 9% sus ventas entre los pasados meses de enero y junio, hasta los 1.445 millones, mientras que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en un importe negativo de 113,2 millones, lastrado por el coste del ERE y los ‘legacy’. No obstante, confía en revertir esta situación operativa en la segunda mitad del año, gracias a los nuevos contratos de construcción logrados en lo que va de ejercicio, y dada la confianza en que empiecen a dar resultados los ajustes de costes acometidos.
Por otro lado, mantiene los objetivos que se fijó en el plan de negocio presentado el pasado mes de mayo, en el que dibujó dos años más de ajustes y su estrategia de relanzarse como mera empresa constructora con el fin de volver a ganar dinero en el horizonte de 2020.
Con este fin, OHL acaba de reforzar su cúpula directiva con dos nuevos nombramientos, para los que ha fijado a profesionales procedentes de ACS y el extinto Banco Popular. En concreto, ha nombrado nuevo director general del grupo a Manuel Álvarez, profesional procedente de ACS, donde trabajó en la filial australiana Cimic y en la constructora Vías, y ha designado a Manuel Sagardoy como nuevo director Económico-Financiero. Estos fichajes suceden a la reestructuración del consejo que acometió antes del verano para dotarlo de expertos en construcción y al nombramiento en junio de José Antonio Fernández Gallar como nuevo consejero delegado, el cuarto de la compañía en los últimos dos años, y el segundo en menos de un año.
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