La industria de la moda en España está resurgiendo. El sector textil español está comenzando a recuperarse de una crisis provocada no sólo por una caída de la demanda debido a la recesión económica mundial, sino también por la feroz competencia de Asia que destruyó un tercio de sus empresas en menos de una década.

Todas las señales apuntan hacia el inicio de la recuperación. En el periodo entre 2007 y 2016, España sufrió una disminución significativa en las empresas de moda, cayendo de 26 785 a 19 726. Sin embargo, a partir de enero de 2018, el país parece estar recuperándose, volviendo a crecer hasta 20 369 empresas, un 4% de aumento interanual.

Según la Asociación Textil Española (Texfor), la ropa y los textiles representan casi el 3% del producto interno bruto del país. En términos de ventas del sector, España es el quinto mayor productor de Europa detrás de Italia, Alemania, Gran Bretaña y Francia. En España, la industria textil y de la moda representa el 4,3% del empleo, lo que significa que un crecimiento en la industria es bueno para reducir el desempleo en el país.  Si bien a la mayoría de las contrataciones en España se les ofrecen contratos temporales, la mayor parte de los contratados por el sector textil el año pasado recibieron contratos indefinidos.

La industria textil se ve afectada constantemente por factores macro ambientales como las características del consumidor, la economía y la tecnología. El desarrollo tecnológico y el acceso a esos avances han cambiado enormemente el comportamiento de los consumidores. Según las últimas estadísticas de julio de 2018, hay más de 4100 millones de personas que utilizan internet activamente, de las cuales casi 40 millones son españolas. Estos usuarios se conectan a internet a través no sólo de ordenadores, sino también de dispositivos móviles como las tablets o los smartphones. El declive de las tiendas físicas contrasta con el auge de la venta online, cuya cuota de mercado está en máximos históricos. En torno al 7% de las ventas textiles ya se realiza a través de internet. Las prendas de vestir son la tercera categoría por volumen de negocio, sólo por detrás de las agencias de viajes y el transporte aéreo.

En este aspecto, el comercio electrónico o e-commerce se está convirtiendo en una forma de comprar cada vez más popular, especialmente con el aumento de tiendas de moda online como Lyst y Zalando, que permiten explorar miles de marcas en un único portal. La conveniencia de estos portales de moda y de la compras en línea en general destaca como el principal motivo para predecir un incremento de este tipo de compras en los próximos 12 meses ya que, el 75% de los adultos que utilizan internet y que prevén aumentar su gasto online en el próximo año, hace referencia a esta practicidad como una de sus principales motivaciones.

En España, en términos globales, la facturación a través de e-commerce rozó los 7800 millones de euros en 2017, un 17% más respecto al año anterior y un 193% más si se compara con los datos de 2012. Para el 2018 se prevé que el gasto total en línea (que incluye las compras realizadas por ordenador, smartphones y tablets) sea de 30 000 millones de euros. Su imparable crecimiento representa una amenaza para los formatos físicos y todo un reto para los gigantes de la industria.