A los fundadores de startups, hayan tenido o no éxito en su aventura empresarial, no hay que explicárselo: uno de los primeros puertos de montaña que han tenido que superar para arrancar su poyecto es como utilizar, del mejor modo posible, los habitualmente pocos recursos económicos de los que disponen. En estos casos el renting de bienes de equipo —una modalidad de arrendamiento que permite el alquiler de un bien nuevo a cambio de una cuota fija mensual durante un plazo determinado— es una opción que, además de permitir ahorrar un buen dinero, da la posibilidad de montar una infraestructura empresarial con los equipos más modernos sin tener que afrontar su costosa compra. Y otra ventaja es que en un contrato de renting se puede incluir todo lo que se pueda necesitar. Y ese todo incluye desde el ordenador más moderno, hasta sistemas de comunicaciones, o equipos médicos, carretillas elevadoras, máquinas de obras públicas, equipos de seguridad, copiadoras, maquinaria en general…

¿Cuál es la edad media de los CEO de startups que más utilizan el renting de bienes de equipo para equipar sus negocios? Pertenecen a las nuevas generaciones, las más implicadas, normalmente, en el desarrollo de startups. La razón de que esto sea así es porque los jóvenes empresarios ven más rentable, eficiente e inteligente hacer sólo pago por uso… y no pagar y comprar algo que sólo van a utilizar de forma puntual.

‘Renting” de teconología
Las IT (del inglés, information technology o tecnologías de la información) aluden, principalmente, al equipamiento tecnológico diseñado para almacenar, recuperar, transmitir y manipular datos. Precisamente, el renting de equipamientos IT ofrece grandes ventajas a las startups. Así, además de ahorrar mucho tiempo en inversión tecnológica, contratan mucho menos personal. Gracias al renting de IT los creadores de startups pueden ofrecer servicios más innovadores y de mejor calidad a sus clientes”.

Con la ciencia avanzando que es una barbaridad (que diría la célebre zarzuela), el renting de esos equipos se convierte en una opción más que interesante. Y más cuando existe un vínculo, cada vez más estrecho, entre el empleo de las tecnologías más innovadoras y la rentabilidad de una empresa. Cuando mejor sea la tecnología que se utilice, mayor será el margen de negocio al que se podrá acceder, algo muy importante para cualquier empresa, pero sobre todo para una empresa que está empezando. En este caso, el renting permite actualizar los equipamientos, siempre que se necesite, lo que ayudará a mantener a la empresa por delante de la competencia… incluso cuando esa competencia ya ha adquirido un tamaño que una startup aún deberá alcanzar.

Un empresario de corte tradicional —por lo general, perteneciente a las generaciones más adultas— difícilmente dejará de pensar que su empresa siempre debe tener, en propiedad, el instrumental necesario para el desarrollo completo de su actividad. Sin embargo, si lo pensara dos veces, y con la calculadora en la mano, probablemente llegaría a la misma conclusión a la que han llegado sus colegas más jóvenes: no tener la propiedad de los equipamientos de trabajo trae más ventajas que desventajas.

Por ejemplo, si en una empresa se avería una máquina, y la han contratado en renting, podrán recibir otra de sustitución mientras la reparan. Esto es beneficioso en dos aspectos. Por una parte, el empresario no tiene que ocuparse de problemas de mantenimiento. Además, se ahorra tener que contar, dentro de la empresa, con un departamento IT que se preocupe de estos temas… algo que pocas startups pueden permitirse.

Estirar el presupuesto
Es evidente que para una startup —cuyo presupuesto es normalmente limitado— la posibilidad de acceder a los equipos más modernos del mercado, sin tener que acometer su pago total, supone toda una ventaja a la hora de acceder a sus clientes. El renting permite al emprendedor mantener su capital de trabajo para, de esta manera, invertir su dinero en otras áreas: marketing, reclutamiento…

Pensemos en el caso de un emprendedor que necesita, para comenzar con el desarrollo de su empresa, un equipamiento tecnológico que cuesta unos 20.000 euros. Imaginemos que tan sólo puede gastarse 12.000 euros. Está claro que deberá tomar una decisión. O recorta sus expectativas y adquiere algo más barato que, seguramente, no llegue a cubrir todas las necesidades de su empresa. O, si opta por firmar un contrato de renting, podrá instalar en su empresa el equipamiento que realmente necesita. Es muy probable que la diferencia entre las dos opciones tan sólo sea un incremento mensual mínimo durante el tiempo de arrendamiento. ¿Qué decides, startup?

 

María Martínez Carrillo es responsable de MasQRenting (en Twitter, @MasQrenting), empresa comercializadora de renting de vehículos y bienes de equipo. Licenciada en Administración y Dirección Internacional de Empresas y máster en Dirección Económica Financiera, cuenta con 20 años de trayectoria profesional en importantes empresas del sector del renting.