El grupo que preside Rafael del Pino ha encargado a un asesor externo analizar la posible operación, según notificó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). «Ferrovial ha encomendado a un asesor externo explorar la posible desinversión de todos o parte de los activos de la división de servicios de los que es titular directa o indirectamente», indicó la compañía al supervisor del mercado sobre la información que adelanta el diario Expansión.

Según las estimaciones de analistas, el valor de la división de servicios de Ferrovial podría superar los 3.000 millones de euros.

El grupo explora esta posible desinversión apenas dos años después de culminar la entrada en Australia de la mano de esta rama de negocio con la compra de la firma Broadspectrum y una vez que esta división había logrado sus primeros contratos en Estados Unidos.

Ferrovial Servicios es, junto con el de concesiones de aeropuertos, el negocio de la compañía que más presencia tiene en Reino Unido, donde opera a través de la filial Amey, y donde también está con su tradicional actividad constructora. No obstante, se da la circunstancia de que el grupo, con ocasión de su junta general de accionistas en marzo, indicó su disposición a replegarse en este mercado ante la «incertidumbre» y el «complejo entorno» que presenta por el proceso de Brexit en que está inmerso. En la asamblea, el consejero delegado, Íñigo Meirás, apuntó la necesidad de «ser más prudentes» a la hora de seleccionar proyectos en el mercado británico por el «complicado entorno» que presenta, «especialmente en servicios», según recalcó. De su lado, Del Pino aseguró que Ferrovial analiza constantemente la situación de Reino Unido para determinar «si es preciso tomar medidas adicionales».

Posteriormente, en el mes de abril, la compañía española anunció una provisión adicional de unos 236 millones de euros para cubrirse ante los posibles efectos del litigio que tiene abierto sobre uno de sus mayores contratos de servicios en Reino Unido, el de rehabilitación y mantenimiento de infraestructuras de la ciudad de Birmingham, lo que le llevó a anotarse números rojos en sus resultados trimestrales.

Un mes después, Ferrovial anunció la marcha de Santiago Olivares, tras una trayectoria de 16 años en la empresa, los 11 últimos como consejero delegado de la rama de servicios, de la que dirigió su expansión.

En la actualidad, servicios es la primera división de Ferrovial por ingresos, por delante de la tradicional actividad constructora. En concreto, reportó al grupo ingresos de 7.069 millones el pasado año, más de la mitad (el 58%) del total, y un resultado bruto de explotación de 423 millones (el 45,3%). Además, cuenta con una cartera de contratos que aseguran ingresos futuros de 20.918 millones.

La entrada en Australia con la compra de Broadspectrum y la mayor precaución a la hora de contratar en el mercado británico ya se ha traducido en una moderación en el peso de este mercado en los negocios del grupo. A cierre de 2017, Reino Unido aportó el 32% de las ventas totales, frente a la tasa de del 38% de un año antes.